Emilio Botín advierte de que una eventual tasa a la banca, debatida en los últimos tiempos en el ámbito financiero internacional, no es la solución a futuras crisis sistémicas, ni garantiza que el sistema financiero eluda prácticas opacas que, finalmente, impacten de forma directa en el bolsillo de los ciudadanos a través de rescates públicos. «No es asumible que el contribuyente tenga que asumir, aunque sea temporalmente, los costes de una mala gestión», dijo. En la apertura de un ciclo de conferencias en Madrid, el presidente del Santander fue claro: «Los impuestos al sector no resuelven ninguna de las causas que originaron la crisis, ni ayudan a prevenirlas». «Sería una medida ineficiente y discriminatoria, que tendría efectos distorsionantes y consecuencias negativas para la estabilidad financiera. Puede ser un obstáculo para la recuperación», agregó
Botín defendió el papel de la banca como motor de arrastre para el crecimiento -«no hay economía sana sin banca sana», dijo-, y reclamó más regulación, supervisión y transparencia en los mercados.