El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, viajó ayer a China para intentar llevarse una fábrica de coches del gigante asiático Chery para la comunidad, pero finalmente no hubo acuerdo.
Montilla se reunió con dirigentes de Chery durante varias horas, así como con el gobernador de la provincia de Anhui y, a su término, vino a explicar que las negociaciones están en un punto todavía inmaduro. «Primero se tienen que definir las cosas y evidentemente esto es lo que empezaremos a trabajar con la empresa y el grupo inversor [...], para ver qué podemos concretar de la participación en proyectos de futuro de la empresa en Cataluña y Europa», afirmó.
Aunque la noticia de la visita de Montilla a China se difundió en el mismo día de ayer, las negociación llevaba meses gestándose discretamente, después de la visita del presidente de Chery, Yin Tongyue, al Palau de la Generalitat en septiembre del 2009, en un viaje en el que también inspeccionó el Puerto de Barcelona como infraestructura logística de distribución.
La oposición al Gobierno que preside Montilla no tardó en calificar el viaje a China de electoralista. «Si la negociación hace dos años que dura, ¿tiene que presentarse el 1 de septiembre del 2010? ¿El viaje a China debe hacerse en septiembre del 2010? Hay un exceso de táctica política, con una visión estrictamente electoral», denunció CiU.
Gigante en expansión
Chery -que recientemente anunció el fichaje del futbolista del Fútbol Club Barcelona Leo Messi como imagen internacional de la marca- está presente en el mercado de más de 80 países y dispone de centros de montaje y producción en países como Malasia, Tailandia, Indonesia, Uruguay, Egipto, Rusia y Ucrania.
En el primer semestre del 2010, según datos de la propia compañía, vendió 308.900 unidades, lo que supone un incremento del 46,25% respecto a los seis primeros meses del año anterior.
La firma, de capital completamente chino, fue fundada en 1997 y se ha colocado como el quinto fabricante de automóviles de China, un país que el año pasado superó a Estados Unidos como el mayor mercado de automóviles del mundo.