Inveravante nació de las cenizas de Fadesa. Con los 2.209 millones que cobró por la venta de la inmobiliaria, Manuel Jove fundó a principios del 2007 una corporación de inversión que, tres años después, apunta ya maneras de gigante. Así lo certifican las más de 60 empresas que la integran y los 325 empleos directos que sostiene -220 en Galicia-.
De sus cuatro áreas de actividad, la expansión de Inveravante pivota esencialmente sobre las divisiones de energía e inmobiliaria. En la primera de ellas, la corporación cuenta con 2.000 megavatios de energías renovables en cartera, tras adquirir en noviembre un 62% de la eólica canadiense Shear Wind, con 1.200 MW en desarrollo. Junto a Canadá y Brasil, la división de renovables está asentada en Centroamérica (México, Panamá, Costa Rica y República Dominicana), Europa del Este y Marruecos. En energías convencionales, la corporación controla el 74,5% de Vetra, una petrolera que produce 25.000 barriles al día y tiene otros 100 millones en reservas probadas.
Siguiendo con la tradición de Fadesa, Inveravante tiene su segundo pilar en el área inmobiliaria, en el que desarrolla tanto proyectos en España como en el extranjero. Aquí controla el 100% del Parque Warner, en Madrid, y el 33,3% de Marineda Plaza, el mayor centro comercial de España, que se inaugurará en A Coruña en primavera, así como diversas bolsas de suelo en desarrollo. En el extranjero, los proyectos van desde las 15.000 viviendas que promueve en Rumanía a los dos macrocomplejos urbanísticos que ultima en Marruecos, en las ciudades de Tánger y Casablanca, con una superficie conjunta de 330.000 metros cuadrados de hoteles, viviendas y locales comerciales que supondrán una inversión de 430 millones de euros.
En el capítulo de inversión, Inveravante es el segundo mayor accionista del BBVA, con un 5,1% de los títulos, y tiene participaciones en el sector textil (controla el 92,5% de Caramelo) y en el tecnológico (con el 47,5% de Blusens).