Sugiere pasar de 15 a 20, para no penalizar a quien pierde el empleo en el último tramo de su vida laboral. Considera exagerada la propuesta de la UE de aplazar la jubilación a los 70
25 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Gobierno se prepara para un otoño caliente con varias reformas económicas sobre la mesa. Aprobada ya la del mercado laboral, pendiente solo del trámite parlamentario, vuelve a arreciar el debate sobre el sistema de pensiones. El primero en retomarlo fue ayer el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien subrayó que es «inevitable» aumentar el período de cálculo de las pensiones. En una entrevista radiofónica, apuntó que existe «cierto consenso» sobre la posibilidad de elevar este plazo de los 15 años actuales a 20. Se queda así a medio camino de los 25 que propuso Economía a Bruselas en febrero dentro de su plan de contención del déficit y que rectificó ese mismo día ante la contestación generada.
Entiende Corbacho que es un cambio «razonable» que contribuirá a garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y a garantizar la protección de todos los trabajadores, pues «el sistema actual penaliza a quienes pierden el empleo en el último tramo de su vida laboral». «Quien se vaya al paro con 55 años y tenga la desgracia de no encontrar trabajo en 4 o 5 años se jubilará con una pensión casi mínima pese a haber cotizado 40 años», ejemplificó.
Sobre el retraso en la edad de jubilación, Corbacho se desmarcó de la propuesta de la Comisión Europea para aplazar progresivamente esta hasta los 70 años. «Creo que esa sugerencia hay que tomarla con distancia, puesto que la edad media de jubilación en la UE está en los 63 años», apuntó el titular de Trabajo, que retomó el planteamiento inicial del Gobierno al señalar que «el debate está en los 67 años». Insistió también en la necesidad de reducir al mínimo imprescindible las prejubilaciones, aprovechando para enviar un recado a la banca: «Espero que las entidades financieras, que ahora apuestan todas por la permanencia en el mercado laboral, hagan un buen uso de las jubilaciones anticipadas, porque si hay un sector que ha recurrido a ellas en los últimos años ha sido el financiero».
Pactos con PNV y CiU
Sobre el trámite de la reforma laboral, Corbacho admitió que será «complicado» que el texto salga sin cambios del Senado porque se votarán 242 enmiendas. Tras descartar la posibilidad de acuerdos con el PP, apuntó que los socialistas buscarán pactos con PNV y CiU, que representan «la centralidad».
Corbacho defendió uno de los puntos más polémicos de esa reforma, la posibilidad de que se califiquen como despidos objetivos aquellos que se produzcan en empresas con previsión de pérdidas: «El empresario tendrá que demostrarlo y será un juez quien lo autorice, porque el objetivo es destruir el menor tejido productivo posible».