El Gobierno británico crispa a los sindicatos tras fichar a un magnate de la moda como asesor económico

Lourdes Gómez LONDRES/COLPISA.

ECONOMÍA

15 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El empresario favorito de las más célebres modelos, sir Philip Green, tiene un nuevo objetivo: la Administración del Gobierno británico. Propietario de un imperio de moda, el grupo Arcadia, con cadenas de tiendas como Topshop o Dorothy Perkins, el opulento patrón del sector privado es el último fichaje del primer ministro británico, David Cameron, en su cruzada por reducir el gasto público para contener un déficit estimado en 180.000 millones de euros. El jefe del Ejecutivo de coalición entre conservadores y liberaldemócratas ha pedido a Green que revise los gastos de todos los ministerios e identifique vetas donde hincar la tijera.

Green tiene un plazo de tiempo limitado para efectuar el trabajo. Las nuevas fórmulas han de identificarse antes del 20 de octubre, cuando el ministro del Tesoro, George Osborne, anunciará su programa concreto de recortes. Para lograrlo, Green cuenta con luz verde para inspeccionar las cuentas y contratos ministeriales durante los últimos tres años.

Según indicó Green, no descarta trasladar a la Administración procesos similares a los que se aplican en sus cadenas de tiendas, como la centralización de las compras. Si el sistema funciona con la ropa que Kate Moss diseña para Topshop, también debería funcionar con los folios u otros suministros y servicios que necesitan ministros y funcionarios, vino a decir Green.

La entrada de ejecutivos y empresarios en las altas esferas gubernamentales es habitual en la política británica. Pero el fichaje de Cameron ha enfurecido a los sindicatos y puede provocar divisiones en la coalición.

Green no cobrará, aunque con una fortuna personal estimada en torno a los 5.000 millones de euros no necesita otra fuente de ingresos. La estructuración de sus negocios juega en contra del contribuyente británico. El 92% de la propiedad del Grupo Arcadia está en manos de su mujer, Tina, una «exiliada fiscal», según denunciaron los sindicatos.

La familia de Green reside en Mónaco y, por tanto, está exenta de impuestos en el Reino Unido. El actual ministro de Negocios, el liberaldemócrata Vince Cable, criticó al Gobierno autonómico de Escocia por contratar como asesor a un empresario afincado en Mónaco. El entonces portavoz del Tesoro de su partido señaló que no se puede tolerar a los «millonarios que trampean con los impuestos», pero después guardó silencio respecto a la llegada a su equipo de un empresario con una cuestionable situación fiscal.