El Tesoro coloca la deuda a precios mucho más baratos gracias a una mayor confianza de los inversores en España
ECONOMÍA
La confianza de los inversores en España se consolida también para el medio plazo. Después de abaratar considerablemente la financiación para los meses inmediatos, el Tesoro Público adjudicó ayer 3.500 millones de euros en bonos a tres años a un tipo marginal -la nota de corte o porcentaje a partir del cual ya no se aceptan propuestas- del 2,306%, un 32% por debajo del importe comprometido en la anterior subasta de estos productos financieros que en la puja del pasado 10 de junio treparon al 3,394%.
Aquel fue un pico de rentabilidad, el más elevado desde el 3,41% alcanzado en octubre del 2008, y se registró inmediatamente después de que la agencia Fitch rebajara la calificación de la deuda española y con los mercados bajo fuertes presiones. Desde octubre del 2008, el Tesoro había ido reduciendo de forma constante mes a mes el interés que aplicaba a este tipo de deuda hasta que llegó el 2010, año en el que el coste de las subastas fue incrementándose poco a poco.
Calma en los mercados
Aunque nadie se atreve a pronosticar lo que pueda durar, el diferencial de las obligaciones españolas a diez años con el bono alemán del mismo plazo se mueve en torno a 150 puntos. Tampoco es dinero lo que falta: en la subasta de bonos del Tesoro se solicitaron 6.625 millones de euros, casi el doble de la cifra propuesta. Y tanto el tipo marginal como el medio fueron inferiores en un punto al de la precedente colocación de bonos a tres años.
Las tensiones ya empezaron a ceder en vísperas de la publicación de las pruebas de solvencia a las que se sometieron 91 entidades de crédito europeas, 27 de ellas españolas. Un día antes de que se publicaran los resultados, positivos para sistema financiero español, el Tesoro colocó letras a doce y dieciocho meses por importe total de 5.968,97 millones de euros a rentabilidad inferior, y frente a una demanda que duplicó la oferta. Y, cuatro días después de difundirse las notas del examen, con el riesgo país drásticamente reducido, las retribuciones de las letras a tres y seis meses bajaron entre un cuarto y medio punto con relación a la puja anterior.
El Tesoro superó la prueba de julio, un mes en el que los vencimientos totales de deuda escalaron los 24.663 millones de euros y se cubrieron con relativa facilidad, pese a las rebajas de calificación y los rumores interesados de que España podría tener dificultades para reintegrar el dinero prestado. En agosto, las próximas citas son el día 17, para el que están previstas nuevas subastas de letras de letras a 12 y 18 meses, y el día 19, cuando se llevará a cabo una emisión de obligaciones a cinco años.