Un «fracaso anunciado»
«Nosotros creemos que es necesaria una reforma laboral, pero no esta, que es un fracaso anunciado y anticipado, tanto en las formas como en el fondo». Así resumió la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, la visión de su grupo, argumentando que su postura sería la de la abstención para que «la reforma laboral del Gobierno, que es la del despido, salga de este Parlamento siendo la del empleo». La idea de «mejorar» el contenido a través de las enmiendas presentadas durante su tramitación la esgrimieron también otras formaciones, como CiU o PNV.
Las críticas populares -que provocaron rumores en las bancadas socialistas y constantes llamadas al orden por parte del presidente, José Bono- fueron más allá. «Ni es eficaz en lo económico, ni justa en lo social, por eso se han quedado ustedes solos», subrayó Sáenz de Santamaría, que también llamó la atención sobre el hecho de que fuera Corbacho, «uno de sus mayores críticos», quien tuviera que defenderla.