Las cajas prevén reducir sus equipos directivos hasta un 50% con la fusión
ECONOMÍA
Caixa Galicia y Caixanova prevén reducir hasta un 50% el actual cuadro directivo de ambas cajas con la fusión. La nueva entidad única, que operará a partir de octubre si no falla el calendario pactado, podría contar con diez únicas direcciones que englobarían la totalidad de las áreas operativas.
La discusión, no solo para decidir el número de departamentos en la cúpula, sino sobre todo para ponerles nombre y apellidos a cada una de las responsabilidades, arranca hoy mismo. Las decisiones corresponderán al máximo escalafón de las cajas: los directores generales, José Luis Méndez y José Luis Pego; el director general adjunto ejecutivo de Caixa Galicia, Javier García de Paredes; y los actuales presidentes de Caixanova y Caixa Galicia, Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela. En el debate participarán también los dos equipos que redactaron el proyecto de fusión: Domingo González Mera, Juan Díaz Arnau y Óscar Rodríguez Estrada, por parte de Caixanova; y Ramón Seoane y Enrique Tellado por Caixa Galicia.
Sinergias
Por imperativo del Banco de España, el documento definitivo del plan de negocio que deberá remitirse el 30 de junio a la comisión del FROB tendrá que explicitar el cuadro completo de mando, con sus responsables máximos. Es uno de los requisitos para aprobar la ayuda solicitada: 1.162 millones que habrá que devolver en 5 años, a un interés del 7,75%, más un incremento del 0,25% anual. El préstamo generará 240 millones en intereses, que se cubrirán con las sinergias de la fusión (ahorro por el funcionamiento conjunto), cifradas en 330 millones.
Solo habrá una excepción. El supervisor no impone como condición desvelar los nombres de los copresidentes de la nueva caja, ni cual de los dos ejercerá la presidencia en el primer turno y quién en el segundo.
Copresidencias
La única duda es el copresidente que aportará Caixa Galicia, pues Caixanova tiene decidido proponer a Gayoso, y solicitar para él la primera presidencia, con voto de calidad en el consejo de administración y la asamblea general. El otro copresidente estará al frente de la comisión de control, también con voto de calidad, para evitar decisiones de una caja sobre otra.
Está previsto que la fusión opere con al menos una decena de grandes áreas, lo que significará adelgazar a la mitad el segundo nivel directivo actual de las dos entidades. El mismo día que los consejos de administración sean informados del plan de negocio, el documento se trasladará también a los cinco sindicatos con representación en las cajas (Comisiones Obreras, CSICA, CIG, UGT y CGT).
Hasta septiembre, las cajas tendrán que negociar el protocolo de fusión. El pacto alcanzado en mayo especifica que el consejo de administración tendrá un número de miembros inferior a la suma de los dos actuales (19 en Caixanova y 21 en Caixa Galicia). Y que los consejeros que se queden fuera de este órgano integrarán dos consejos territoriales, uno en Vigo y otro en A Coruña.
La sede social de la futura entidad estará en A Coruña, y la institucional en Vigo. Ambas ciudades dispondrán de sedes operativas, cuyas funciones y cometidos específicos serán definidos durante el diseño del protocolo de fusión.
La intención es aprobar la fusión en octubre, con asambleas extraordinarias. Desde entonces, la caja adoptará una forma jurídica única y se extinguirán las dos actuales. Las marcas Caixanova y Caixa Galicia se mantendrán hasta el 2011, momento en que se operará con el nombre definitivo, aún sin concretar.