Caja Madrid y Bancaja desalojan a La Caixa del liderazgo en el sector

Miguel Á. Rodríguez LA VOZ/REDACCIÓN.

ECONOMÍA

Rato presidirá la nueva entidad, que tendrá su sede operativa en Madrid y trasladará a Valencia la fiscal

11 jun 2010 . Actualizado a las 09:28 h.

Rodrigo Rato, presidente desde el pasado 29 de enero de Caja Madrid, la segunda caja de ahorros de España, le tomó ayer la delantera a Isidro Fainé, su homólogo en La Caixa, la entidad que hasta ahora era el líder indiscutible del sector. Tras 48 horas de vértigo en una negociación que implicó al PP nacional, a los presidentes de las comunidades de Madrid y Valencia, y al propio gobernador del Banco de España, Rato anunció al filo de la una de la tarde la incorporación de Bancaja, la cuarta caja española, al SIP confirmado el pasado 28 de mayo con Laietana, la Insular de Canarias, La Rioja, Ávila y Segovia.

El nuevo gigante se convertirá en la primera caja española, con más de 339.000 millones en activos, casi 60.000 más de los que sumó La Caixa tras oficializar su integración con Caixa Girona. El movimiento de última hora deja a la fusión gallega de nuevo como la quinta caja del país, a falta de los anuncios que se materialicen hasta final de mes.

Los hechos se precipitaron en cuestión de horas. Caja Madrid y Bancaja llevaban días hablando, pero la negociación final se fraguó desde el miércoles. Ayer comunicaron su decisión a la CNMV a las tres de la tarde y obtuvieron el visto bueno de sus consejos cinco horas después. Rato remitió un correo a sus empleados aludiendo al liderazgo que ejercerán en el sector «tanto por volumen de activos como en banca comercial y de empresas». Para la entidad madrileña la operación era vital. El SIP conformado con las cinco cajas pequeñas solo la facultaba para obtener 2.500 millones del FROB. Pero la caja madrileña había calculado 3.500 millones para sanear sus cuentas.

La llegada de Bancaja permitirá al Banco de España conceder hasta 4.000 millones del fondo de reestructuración a este SIP, sin necesidad de solicitar un permiso especial a Bruselas, algo a lo que el supervisor se había mostrado reacio.

La operación, en cambio, no le sale gratis a Caja Madrid. No será una absorción. La sede operativa de la nueva ficha bancaria se quedará en la capital de España. Pero la sede social se trasladará a Valencia, donde pagará sus impuestos. Esta fue la condición irrenunciable del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, para bendecir la estrategia.

El propio Camps se felicitó ayer públicamente por la decisión de Bancaja, que se había quedado descolgada en su comunidad, tras fracasar la fusión con la CAM y después de que esta última se integrase en el SIP liderado por Cajastur y donde también figuran las cajas de Cantabria y Extremadura.

Camps consideró una «suerte» para la Comunidad Valenciana «tener la sede social de una entidad financiera de primer nivel a todos los efectos». Reseñó que Bancaja «es hoy más fuerte» y se refirió al acuerdo como algo «prácticamente terminado».

La nueva entidad será presidida por Rodrigo Rato, mientras su homólogo en Bancaja, José Luis Olivas, ocupará la vicepresidencia y seguirá al frente del Banco de Valencia, participado mayoritariamente por Bancaja.

Los datos de solvencia de ambas entidades se sitúan en la parte baja del sector. Ninguna supera el 8% de core capital (capital básico) que exigen los mercados mayoristas internacionales para salir a captar financiación. De ahí que las dos se hayan visto abocadas a entenderse y pactar para dejar de sufrir.

Pendientes de La Caixa

En los mercados se aguardaba ayer algún movimiento de última hora en La Caixa, para recuperar el liderazgo del sector con la incorporación de alguna otra entidad al sistema institucional de protección abierto con Caixa Girona. En el baile nacional de cajas, después de once fusiones en marcha, quedan solo nueve entidades sin novia. Las tres vascas (Kutxa, BBK y Vital), la zaragozana Ibercaja, la intervenida CajaSur y las pequeñas Inmaculada, Badajoz, Ontinyent y Pollensa. En medios financieros se hablaba ayer del posible interés de Rato por sumar a CajaSur a su nueva estructura.