El fundador de Microsoft confía que el recorte sea «un paréntesis breve» y asegura que «los niveles de ayuda tienen que seguir existiendo a pesar de la crisis».
04 jun 2010 . Actualizado a las 21:46 h.Decepcionante y doloroso. Así define el fundador de Microsoft, Bill Gates, el recorte de 600 millones destinados a las ayuda al desarrollo anunciado recientemente por el Gobierno español como parte del paquete de medidas para luchar contra el déficit público.
Consciente de las dificultades financieras por las que atraviesan los estados, Gates, dedicado en cuerpo y alma a la filantropía, reclamó este viernes al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que no abandone el trabajo realizado hasta ahora. «España es ejemplar en la ayuda internacional», dijo. «Pero en la últimas semanas ha anunciado una disminución de sus fondos, lo cual es desafortunado y doloroso; me siento decepcionado», añadió.
El creador del programa Windows instó a Zapatero a retomar su plan para llegar al 0,7% del PIB. «Queremos pensar que los recortes anunciados se retomarán en breve», aseguró «Las ayudas deben seguir creciendo a pesar de la crisis», reclamó. «Entre 2004 y 2009, España dobló su presupuesto en este sentido» y debería seguir haciéndolo. «¿Qué ocurrirá después?», se preguntó Gates, que se autodefinió como optimista impaciente. «Dependerá de los votantes», respondió de forma críptica, en el marco del CosmoCaixa de Barcelona, que esta semana ha acogido los primeros actos públicos del Instituto de Salud Global (ISGlobal), en el que participan entre otros Javier Solana o el doctor Pedro Alonso.
A pesar del contexto de crisis mundial, el segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, tras Carlos Slim, cree que los gobiernos tienen que ser ambiciosos y superar la mítica barrera fijada por la ONU del 0,7% del PIB destinado a ayudas al desarrollo. Más que nada porque considera que el primer mundo es el responsable de la situación del resto del planeta. «Nosotros hemos creado el problema y ellos pagarán los platos», afirmó con nitidez.
«Claro que habría que replantearse superar el 0,7%, pero seamos realistas, matizó, ese objetivo ya es muy ambicioso para muchos estados teniendo en cuenta la situación financiera».
Pero no sólo pidió más esfuerzo a los Gobiernos, también a los empresarios como él que encabezan año tras año la lista 'Forbes'.
«Las personas más ricas deberían implicarse más en proyectos filantrópicos. Y también las empresas, los bancos y las farmacéuticas. Se puede hacer mucho más», señaló.
Ponente Bilderberg
Gates se encuentra en Barcelona para asistir a la reunión del grupo Bilderberg, conocido por ser una especie de gobierno mundial en la sombra. «Es la primera vez que participaré», afirmó. Aunque las conversaciones de la conferencia son secretas, Gates sí desveló que él hablaría de salud. «La ayuda financiera a los países en desarrollo aún es una prioridad», dijo. «También participaré en debates sobre la energía y las necesidades de los más pobres, el cambio climático y el uso de fuentes renovables». Todo filantropía, nada de productos informáticos. Ya lo dijo nada más empezar su rueda de prensa: «No he venido a vender ningún software, no vengo a vender Microsoft. Mi trabajo es la fundación, estoy aprendiendo mucho sobre enfermedades, es fascinante, cada día hay que aprender algo». «Las cosas salen bien si uno se lo propone», añadió.
Y así debe ser, ya que según las cifras que facilitó Gates, la mortalidad infantil se ha reducido considerablemente. «Gracias a las vacunas», dijo. «Dedicarse a ellas es maravilloso», remató. El proyecto que le ilumina los ojos se llama RTDS y se trata de una vacuna con la que espera reducir a la mitad las muertes por malaria. «En Microsoft, cuando desarrollaba un programa, en seguida veía si era bueno o no. Este trabajo, en cambio, es más importante, pero es más difícil calibrar la realidad», concluyó.