La figura del presidente centra la recta final de las negociaciones entre las cajas

M. Á. Rodríguez / R. Santamarta REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

El acuerdo marco que hoy analizarán Caixa Galicia y Caixanova fue alcanzado con la Xunta esta madrugada

11 may 2010 . Actualizado a las 10:55 h.

La discusión sobre la presidencia de la futura caja gallega y las funciones de la dirección general y su adjunta mantienen abierta la negociación entre Caixanova y Caixa Galicia. La Xunta sentó durante horas en la sede de la Consellería de Facenda a las dos entidades con la intención de cerrar un acuerdo sobre el reparto de la gobernanza, único escollo real para sellar el pacto, con el objetivo de que los consejos de administración sometan hoy a votación el grueso de la fusión.

Anoche, con la conselleira Marta Fernández Currás como árbitro, se debatía sobre dos propuestas, a instancias de cada una de las cajas. La cita finalizó a la una de la madrugada tras ocho horas de conversaciones con un acuerdo marco, abierto. Las dos delegaciones volverán a reunirse a primeras horas de esta mañana para perfilar ese pacto. En ese documento inicial aparece un acuerdo para fijar un consejo de administración con 20 miembros, 10 de cada financiera, siguiendo el criterio de paridad. Se sopesan, además, dos cosedes, en Vigo y A Coruña.

El escollo principal está en la presidencia. Caixanova la exije para Julio Fernández Gayoso en el primer turno si es un cargo rotatorio. Caixa Galicia acepta la dirección general para el actual director de la caja viguesa, José Luis Pego (con un adjunto), pero entiende que en un acuerdo paritario le corresponde ocupar esa presidencia. Hay también diferencias sobre las funciones del equipo de gestión, es decir, del director general y de los adjuntos que le acompañen.

La intención de Gayoso por continuar en la futura caja llevó a las entidades a buscar una solución de consenso que, sin romper el equilibrio, integrase en la cúpula al presidente de Caixanova. Al análisis de posibilidades futuras no se incorporó la posible introducción de una figura de consenso (se sopesó a Juan Ramón Quintás, ex responsable de la CECA) que permitiese a las cajas aceptar un presidente neutral, repartiendo el resto de cargos operativos bajo el principio de paridad y que nadie interpretase el acuerdo con vencedores y vencidos.

Los encuentros

La fusión «equilibrada y paritaria» recibió ayer el respaldo unánime tanto del BNG como del PSOE, con la única excepción del alcalde de Vigo. Por la mañana, el regidor vigués mantuvo un encuentro en Madrid con el ministro de Fomento, José Blanco quien, según fuentes políticas, podría haberle pedido prudencia en sus manifestaciones públicas, algo que el propio Caballero se encargó de negar: «En la reunión de Madrid no se trató el tema de la fusión de cajas gallegas», comunicó el servicio de prensa de alcaldía, para añadir que «había más alcaldes que lo podrán ratificar».

Caixanova convocó el viernes a sus 19 consejeros para hoy, a la una de la tarde, en la sede central de Vigo. Los 21 de Caixa Galicia se citarán a la misma hora en A Coruña. En este caso fueron avisados ayer por la mañana por teléfono, una cita preventiva porque, en función de los acuerdos de anoche, esa convocatoria puede levantarse.

Fuentes cercanas a la Xunta entendían ayer que los consejos abordarán hoy un protocolo completo, no solo el reparto al 50% de los órganos de gobierno de esa entidad fusionada. Es decir, contando con tener listo dónde estará la sede, el esquema de gobierno (presidente y copresidentes, y si son estos rotatorios) y el período de transición, que puede oscilar entre 2 y 4 años (los 5 parecen descartados), aunque hay fuentes que entienden que lo más operativo sería que durara solo unos meses. El tiempo apremia para cerrar la operación y pedir financiación al FROB.