Las cajas apuran un reparto de cargos «aceptable» por la Xunta para trasladar a los consejos

M.?Á.?R.? / ?R.?S. REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

09 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El camino hacia la fusión gallega tiene que estar diáfano mañana mismo, para que los consejos de Caixa Galicia y Caixanova lo ratifiquen antes del jueves y el Banco de España se anote un paso de gigante en la obligatoria reestructuración del sector financiero nacional. De lo que pase en Galicia dependen otros movimientos en el complejo sector español de las cajas. Y el tiempo para la discusión está ya agotado. El regulador se lo dejó claro a los presidentes de las cajas en la cumbre celebrada en Santiago, y la Xunta se lo volvió a reiterar el viernes al director general de Caixanova y al director general adjunto de Caixa Galicia.

El único obstáculo real que despejar es conocer los nombres de quienes ocuparán la dirección general y la presidencia, y por cuánto tiempo lo harán. Hay un principio de acuerdo sobre un período de transición que oscilaría entre dos y cuatro años. Y también sobre las sedes que se repartirían entre Vigo y A Coruña.

La figura de José Luis Pego como primer director de la nueva entidad fusionada nunca estuvo en discusión. Pero Caixanova pidió ocupar también la presidencia, cargo que sería adjudicado a Julio Fernández Gayoso. Caixa Galicia acepta dividir en dos el período transitorio y rotar los cargos, y que Caixanova elija primero, bien la dirección general o bien la presidencia. Durante la reunión, según fuentes políticas, se analizó también la posibilidad de que exista un único director general con dos copresidentes, opción sobre la que se desconoce el grado de aceptación de las dos cajas.

El viernes se vio con buenos ojos que Pego tome la dirección con dos copresidentes, o que la presidencia la asuma primero Caixa Galicia, cediendo a Gayoso en ese tiempo algún otro cargo de alta responsabilidad.

Con la necesidad de llegar a un punto de acuerdo, la Xunta pidió un «último esfuerzo de generosidad» a las dos partes, que pretenden cerrar una propuesta única hoy mismo. Ayer se produjeron contactos telefónicos calificados de «cruciales» entres las dos delegaciones.

No ha trascendido su conclusión, pero el equipo de Núñez Feijoo confía en que mañana haya un reparto aceptado por las dos cajas. La intención es que la fusión sea ratificada por los consejos y trasladada al Banco de España antes del jueves. A partir de ahí, se convocarían asambleas extraordinarias para que den su visto bueno y arrancaría la negociación del protocolo. Este paso permite solicitar los 1.162 millones que se requerirían en ayudas públicas.