Las exigencias de Gayoso son el único obstáculo para cerrar la fusión esta misma semana

S. Vázquez / S. Lorenzo

ECONOMÍA

Boicotea la unión de las cajas desde que Feijoo le negó eliminar los límites de edad

03 may 2010 . Actualizado a las 09:15 h.

El entorno de Feijoo está expectante ante la posibilidad de que esta misma semana se produzca una declaración de los representantes de las cajas que permita concretar la fusión. «Lo razonable sería que esto acabara bien», sostienen las fuentes consultadas, que han destacado también el giro significativo del PSOE gallego, por lo que el presidente de la Xunta espera que ni los personalismos ni los localismos sean un problema. Para eso, Abel Caballero tendría que sumarse al viraje que ha dado en los últimos días el PSdeG con respecto a la fusión, con una apuesta ahora clara por una caja gallega que aglutine a Caixanova y Caixa Galicia. Feijoo no tiene en principio en mente un ataque frontal contra el presidente de Caixanova, como le reclama el BNG. «La Ley es la que es. La quisimos cambiar y no nos dejaron», lamentan en el círculo del responsable del Ejecutivo gallego.

Mañana, el presidente de la Xunta se reunirá con los líderes del PSdeG y del BNG para pactar una postura común. Será un encuentro previo al del miércoles, que tendrá como asistentes a los máximos dirigentes de las dos cajas y a representantes del Banco de España, una reunión que «será clave», según fuentes financieras y políticas.

Hoy, el único obstáculo a la fusión son las exigencias del presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, que exige mantener la presidencia durante un decenio más, con lo que acabaría su final de mandato con 89 años. «Si se le aceptan sus exigencias, Gayoso firma la fusión de inmediato», advierten fuentes próximas a la negociación.

El límite de edad

Recuerdan que ya en el verano del 2009, antes de que se negociara una fusión entre las cajas gallegas, Gayoso pidió a la Xunta una nueva modificación de la ley que ampliase los mandatos del presidente de 4 a 6 años y que eliminase el límite de edad. Al recibir la negativa de Feijoo, el presidente de Caixanova lanzó una estrategia para evitar una fusión con Caixa Galicia, que comenzó manteniendo durante meses la máxima de que «los números de la fusión no salen, por necesitarse más de 3.000 millones de euros», y que concluyó el jueves con un duro enfrentamiento entre los negociadores, ya que intentaba que la delegación de Caixa Galicia firmase un documento comprometiéndose a asumir todo el coste social.

Desde que la cúpula de Caixanova encuentra dificultades para imponer su postura, sus negociadores esgrimen que les queda la opción de seguir en solitario. Algo imposible y que incluso fue reconocido por la dirección general en una carta remitida a la plantilla, en la que se dejaba la misma constancia que en el informe de Deloitte con el que defendían su apuesta por un SIP: Caixanova no puede seguir sola.? La evolución de la negociación ha llevado a las cajas a un camino sin retorno: o se unen o Feijoo tendría que dar su visto bueno a un SIP, una petición que realizó Caixanova el mismo día que el Banco de España dio por buenos los números de la fusión gallega. Esa solicitud recibió la negativa de la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás.?