Ordóñez tutelará la negociación de las cajas gallegas ante su fusión

M.?Á. Rodríguez / R. Santamarta

ECONOMÍA

El consejo de Caixanova debatirá hoy si autoriza a su dirección a plantear una alianza con Caixa Galicia

06 abr 2010 . Actualizado a las 13:27 h.

Nuevo día D para el futuro del sector financiero gallego. Nueve meses después de que el presidente de la Xunta tantease por primera vez a las cajas sobre la fusión de las dos entidades con sede en la comunidad, el consejo de administración de Caixanova se reúne esta tarde (13.00 horas) para decidir si autoriza a sus órganos directivos a sentarse con Caixa Galicia y negociar oficialmente esta alianza.

Las conversaciones podrían iniciarse mañana mismo si, como se prevé, no hay sorpresas y los consejeros ratifican la propuesta firmada por el presidente de la entidad, Julio Fernández Gayoso, ante la Xunta y ante el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez. El gobierno de esta última entidad ya había dado su plácet a la negociación de una fusión gallega en noviembre, la semana pasada lo ratificó y hoy, para hacerlo coincidir con Caixanova, podría oficializarlo por escrito ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las cajas crearán primero una comisión técnica y otra jurídica para velar por todo el proceso de diálogo. Ambas designarán a sus equipos de negociación y estos, a su vez, definirán los grupos de trabajo necesarios para completar un protocolo de integración que será «complejo y delicado», según coinciden en apuntan distintas fuentes del sector.

Aunque ni las cajas ni la Xunta lo han mencionado, el Banco de España tendrá un papel de «absoluto protagonismo» en el marco de estas negociaciones. El supervisor bancario no se sentará a la mesa, pero en la práctica será como si tuviese voz y plena capacidad de decisión. «La tutela será completa», indicaron ayer fuentes financieras.

Las dos firmas han asumido el compromiso de trasladar «inmediatamente» al Banco de España cada paso que se vaya dando hacia la fusión, cada nuevo cálculo, cada corrección practicada en los datos de la auditora KPMG, o cada punto cerrado en el espinoso protocolo para la unión. Lo harán por exigencia del supervisor bancario, pero también por la premura de los plazos. El reto es llegar al 30 de junio con un proyecto en marcha. Porque si las ayudas a la reestructuración bancaria se prorrogan, lo harán solo para quienes las hayan pedido antes de esa fecha. Y el Ministerio de Economía aún no ha tomado una decisión, que tendrá que comunicar a Bruselas.

Para llegar a tiempo, la fusión gallega deberá estar aprobada por el regulador autonómico (la Xunta, previo paso por el Parlamento) y por el propio Banco de España, además de superar el filtro de la comisión del FROB, que será la que se dé por enterada de la petición final de las ayudas. KPMG sugería solicitar 1.190 millones de euros, el 2% de los activos ponderados por riesgo en las entidades, ya que si se piden más la propuesta quedará pendiente del permiso de Bruselas. Caixanova plantea que esta ayuda es escasa y quiere al menos doblarla, utilizando para ello otros mecanismos (se llegó a hablar de Fondo de Garantía de Depósitos). Pero la tutela puntual del Banco de España en el proceso de diálogo evitará peticiones excesivas y, a cambio, garantizará el visto bueno del supervisor bancario.

«Todas las facilidades»

La Xunta velará por que el diálogo fluya con normalidad y dará «todas las facilidades», según admitían ayer fuentes del Ejecutivo. El Gobierno gallego trabajó para «propiciar» el diálogo y ahora quiere que sean las cajas quienes se entiendan. Deberán hacerlo sobre la base de la auditoría de KPMG.

Esta due diligence ya fue analizada por el Banco de España que, en principio, transmitió a las cajas que le sirve como planteamiento de partida. Para agilizar el trabajo, la Xunta facilitó la auditoría a las dos cajas el 20 de marzo.