El negocio en el exterior y la energía sacan a las constructoras de la crisis

Erik Dobaño

ECONOMÍA

Las empresas abandonan el ladrillo y aumentan sus ventas en el extranjero gracias a la diversificación

22 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las seis grandes constructoras españolas (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL) cerraron el 2009 con una ganancia conjunta de 4.101 millones de euros, más del doble que el año anterior, cuando se había producido un desplome histórico de sus resultados.

El cambio de ciclo tras el estallido hace tres años de la burbuja inmobiliaria provocó que los negocios nacionales adelgazaran y las compañías incidieran en su apuesta por buscar oportunidades fuera. Ahora, las constructoras comienzan a digerir la crisis gracias a que sus negocios en el extranjero ganan peso en los balances frente al prolongado descenso de la contratación de obra pública y residencial en España. Por quinto año consecutivo, las empresas españolas batieron el récord de contratación internacional. Además, las políticas de diversificación en otros sectores, iniciadas al abrigo del crédito, continúan pero se moderan y cada compañía parece centrarse en sus propias fortalezas. Con la crisis, la prudencia llamó a la puerta y durante el 2009 estas empresas se han preocupado de aliviar sus cargas. ACS, la compañía de Florentino Pérez, el segundo grupo constructor del mundo según el ránking de Forbes, obtuvo en el 2009 un beneficio neto de 1.952 millones, un 8,1% más que el año anterior. Sus ventas internacionales aumentaron un 22%, su negocio en el extranjero supone más de la cuarta parte del total y un tercio de su cartera. Las divisiones de medio ambiente, servicios y energía (61% entre ambas) tienen más peso en las ventas que la de construcción (39%). En esta rama, ACS ha sido de las compañías más vulnerables a los recortes en el gasto público en España. En el 2009 reforzó su apuesta exterior con las compras de Pulice y John P. Picone en Estados Unidos, y Pol-Aqua en Polonia, donde la obra pública crece al amparo de los fondos europeos. La ruta marcada por ACS, presente en 42 países, es una de las salidas que han encontrado a la crisis. Acciona, la segunda constructora por ganancias (1.263 millones), siguió durante el 2009 el camino de abandonar el ladrillo. Su división inmobiliaria representó un 4,4% de las ventas, y tuvo que provisionar 99 millones por el deterioro de activos (suelo, promociones en curso y patrimonio). La mayor aportación al Ebitda llegó de Acciona Energía, un 59,4%. La semana pasada, la compañía de los Entrecanales presentó su plan de inversión hasta el 2013. Dos tercios (3.900 millones) irán destinados a energía, con lo que pretende consolidarse como una de las referencias del sector. Su objetivo es alcanzar los 10,2 gigavatios de potencia instalada. La mayoría de los proyectos se desarrollarán fuera de España (ya está presente en Alemania, Estados Unidos o Australia) y se centrarán en la energía eólica. Los analistas dudan en calificar a Acciona como una constructora, tras haber tomado el sendero de las renovables como la salida al desplome del ladrillo.

Infraestructuras

La menor de las grandes constructoras cotizadas, OHL, la compañía dirigida por Villar Mir, adelantó la ruta a seguir para navegar en medio de la crisis que se avecinaba. «En el 2002 ya optamos por la internacionalización y la diversificación hacia el negocios de las concesiones. Y en el mercado español, por la dedicación a la obra civil y a la edificación residencial, saliendo desde entonces de la construcción de viviendas», explican fuentes de la empresa. El año pasado, sus divisiones de concesiones y construcción internacional lograron crecimientos del 36,9% y del 28%. La actividad en el extranjero ganó peso respecto a la nacional: 59,1% en ventas y 86,4% en cartera. El ránking de Public Works Financing ya sitúa a OHL como la séptima operadora de infraestructuras de transporte del mundo, y la compañía ratifica el cambio: «Cada vez somos más un grupo de concesiones de infraestructuras que una constructora».

FCC, la segunda por volumen de negocio, vio reducidas sus ventas en un 6,7%, algo que achaca en parte al mal comportamiento de sus participaciones inmobiliarias. La empresa continúa por la vía de la diversificación e internacionalización, aunque todavía realiza más del 56% de sus ventas en la construcción. El mercado exterior aportó el año pasado más del 44% del negocio del grupo (un 12% en los dos últimos ejercicios). En Sacyr subrayan que están obteniendo «grandes éxitos fuera de España, lo que hace que el 55% de la cartera sea de contrataciones internacionales, frente al 27% que representaba hace un año». El grupo, que volvió a entrar en beneficios, logró el 21% de su facturación en el mercado foráneo. Entre sus éxitos: los contratos para la construcción del tercer juego de esclusas del canal de Panamá y el puente de Messina. Ferrovial fue la única que cerró el año en pérdidas. Sus divisiones de aeropuertos, servicios y autopistas suman casi dos tercios de los ingresos. Su segmento de construcción internacional aumentó un 30% en el 2009. Las ventas en el exterior alcanzaron el 65% del total del grupo y su cartera superó por primera vez a la registrada en España.