«Algunos bancos son más reacios, pero el grifo del crédito vuelve a abrirse»

Julio Díaz de Alda

ECONOMÍA

La ministra apuesta por la rehabilitación como puente de futuro para los parados del ladrillo, y advierte de que no se puede volver al pasado

08 mar 2010 . Actualizado a las 19:48 h.

Beatriz Corredor (Madrid, 1 de julio de 1968), se enfrenta a la tarea de convertir la rehabilitación en un subsector más dentro de la construcción. Como lo es el segmento residencial, ahora en declive tras una burbuja de la que la economía tardará años en recuperarse. El Gobierno aspira a recolocar por esa vía a miles de parados del ladrillo. Consciente del incierto futuro de su cuestionado departamento, esta registradora de la propiedad, madre de tres hijas, nunca se sale del guión preestablecido. Habla rápido. Muy rápido. Y defiende a capa y espada la coherencia y unidad del Ejecutivo contra la crisis.

-El Gobierno confía en crear 350.000 empleos con la rehabilitación, una actividad en muchos casos inmersa en la economía sumergida. ¿Cree que los ciudadanos pedirán ahora la factura?

-El Gobierno ha planteado numerosas propuestas. Entre ellas, el acceso al crédito de las pymes y el apoyo a actividades intensivas en empleo, en las que el acuerdo tenía que ser absolutamente urgente. Se han planteado una mejora del IVA [del 18 al 8%, cuando suba el impuesto el 1 de julio] en todas las obras de rehabilitación, y una deducción del 10% en el IRPF a las familias que las acometan si tienen rentas inferiores a 33.000 euros.

-¿Pero cree que se exigirán las facturas que hoy se «olvidan»?

-Solo si se justifica que las mejoras van a poder deducirse, lo que garantiza que tengan mucho interés en pedirlas. La reforma no busca solo crear empleo, sino un empleo que sea transparente. Estoy convencida de que mucha gente se va a plantear rehabilitar. Y, como demuestra la historia, la gente es muy sensible a los estímulos fiscales. Además, el concepto es muy amplio, desde reformar un cuarto de baño hasta tirar un edificio y hacerlo de nuevo.

-¿Es la salida al empleo en el maltrecho sector del ladrillo?

-Supone una alternativa a la construcción extensiva. Una reconversión del sector que conlleva mejoras no solo en empleo, sino sociales y medioambientales. Y no es la única. En la Ley de Economía Sostenible, que se va a probar en breve para su remisión al Congreso, y en el Plan de Vivienda hay también ayudas a la rehabilitación, como créditos a interés bajo y programas para reformar barrios o zonas determinadas.

-Según usted, cada millón invertido en rehabilitación genera 56 ocupados. Para crear 350.000 empleos, familias y empresas deberán gastarse casi 6.000 millones, y la situación no parece la mejor?

-Hay demanda para la rehabilitación. El Plan E dedicó 110 millones a esto, que van a generar 26.000 empleos, y se agotaron enseguida. En España solo se le dedica un 24% de la inversión residencial frente al 40% de media en Europa.

-Los promotores siguen reacios a bajar más los precios y piden ayudas directas.

-Los precios han caído un 6,3% de media, los tipos están bajos y el esfuerzo de la compra ha caído al 29% de la renta. Además, todavía en el 2010 está íntegra la deducción fiscal a la compra en el IRPF, algo que sí puede ser más determinante para decidir la compra, no tanto la subida del IVA, que no es mucha. Hay que pensar que la normalidad no son los años del bum. Ni queremos ni debemos volver al pasado. El mercado ya ha tocado fondo y tiende a estabilizarse.

-Los bancos tienen miles de pisos mientras el crédito no termina de llegar. Los promotores los acusan de competencia desleal.

-Algunas entidades se muestran más reacias que otras, pero el grifo parece que vuelve a abrirse.