Xunta y Gobierno se empantanan en los plazos para renovar las cajas

C. Punzón / M. Á. Rodríguez / D. Sampedro / R. Santamarta

ECONOMÍA

Los negociadores de Feijoo sostienen que no hay sugerencias de la otra parte y siguen a la espera tras seis días

03 mar 2010 . Actualizado a las 09:19 h.

Las negociaciones entre Santiago y Madrid para desbloquear la ley de cajas, recurrida por el Estado en el Constitucional, han embarrancado y resulta difícil advertir quién cederá antes y en qué términos para desatascar una norma fundamental para el futuro del sistema financiero de la comunidad. Desde que el martes 23 de febrero las dos partes dejaran de verse las caras y se suspendiera la cita prevista el jueves, la Xunta lleva seis días aguardando que el Ejecutivo central remita una propuesta con el texto final para solventar los dos puntos en los que está enquistado el diálogo. Sobre todo aquel que tiene que ver con la renovación de las asambleas y los consejos de Caixa Galicia y Caixanova.

El Ministerio de Política Territorial ha tratado de introducir en ese punto unos tiempos -entre 13 y 15 meses- copiados de la ley andaluza. Se lo sugirió la mañana del jueves el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, al conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda. Recibió una negativa por respuesta. La misma que dio para redactar el otro precepto cuestionado: la mayoría necesaria para la fusión. El Ejecutivo central quiere imponer también la redacción andaluza, que cita expresamente que se necesitan dos tercios de los votos de la asamblea para aprobar una fusión. La Xunta mantiene que ese porcentaje se extrae automáticamente de toda la ley.

La sugerencia del Estado

Fuentes del Gobierno central aseguraron ayer que el lunes por la noche Gaspar Zarrías volvió a insistir en la necesidad de que los negociadores de Feijoo presenten una redacción alternativa a los dos puntos cuestionados, tomando la ley andaluza de cajas como referencia. Según esas mismas fuentes, Zarrías se lo trasladó a Alfonso Rueda por teléfono. La respuesta del conselleiro fue otro no. Y en ese punto quedaron las conversaciones, según cargos gubernamentales. «Si quieren copiar el decreto andaluz, como dijo el propio Feijoo hace una semana, lo aprobamos», sostienen esas voces. «Esperamos ahora que presenten algún tipo de propuesta», finalizaban desde el Gobierno.

Solo un SMS

La versión del Ejecutivo gallego es diametralmente opuesta. Tal conversación el lunes entre Zarrías y Rueda «no existió», según explicaban desde de la Consellería de Presidencia. No existió tal contacto pese a que el segundo le llamó el lunes dos veces por teléfono, sin éxito. Todo lo que hubo, según las mismas fuentes, fue un mensaje de texto en el que Zarrías se excusaba por no poder hablar argumentando que se encontraba en una reunión con el vicepresidente Manuel Chaves. Y remataba el SMS, remitido a las 21.19 horas: «Hablamos mañana [por el martes]». Pero no hubo tal diálogo. Las consellerías de Presidencia y de Facenda -las dos encargadas de la negociación sobre el futuro de la ley de cajas- aguardaban ayer una suerte de propuesta final desde la Moncloa, pero no hubo ninguna comunicación oficial por las cajas. Ese extremo, la ausencia de diálogo ayer, lo confirmaron las dos Administraciones.

Mientras, en San Caetano siguen a la espera de que Gaspar Zarrías o alguno de sus funcionarios remitan una propuesta de redacción a esos puntos para tratar de llegar a un acuerdo. El Gobierno autónomo, que mantiene la constitucionalidad de la ley, sostiene que la motivación en Madrid es «exclusivamente política».