El Gobierno vasco sopesa fusionar sus tres entidades, pero descarta hacerlo antes del próximo año

R. S.

ECONOMÍA

22 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Avalamos el proyecto de fusión en un mundo en el que el tamaño sí importa para competir, pero desde el respeto absoluto a las cajas y a sus órganos de dirección», avanzó ayer el lendakari Patxi López durante un foro económico en respuesta a la propuesta que en los últimos días ha puesto sobre la mesa el presidente de Caja Vital, la caja mayoritaria en Álava y que, curiosamente, se descolgó del último intento de fusión, en el 2008.

La entidad resultante de sumar las tres cajas vascas tendría un tamaño inferior al de la fusión gallega -sumaría unos 58.000 millones de euros en volumen de activos, por los 77.000 de la alianza Caixa Galicia-Caixanova-, pero unos niveles de solvencia a la cabeza de todo el sector por cuanto BBK (de Vizcaya), Kutxa (Guipúzcoa) y Vital están entre las diez mejores cajas por nivel de capitalización, solvencia y baja morosidad.

El presidente de Caja Vital, Gregorio Rojo, reivindicó esta semana «con más fuerza que nunca» la fusión de esas tres entidades. «Solo la integración puede evitar la pérdida progresiva de peso específico de las cajas vascas, mejorar su posición, asegurar su competitividad y su futuro empresarial y garantizar el dividendo que devuelven a la sociedad a través de sus obras sociales», detalló en una comunicación pública.

«Parece que [Caja Vital] quiere ir más deprisa», replicó ayer Patxi López, recordando que las otras dos cajas prefieren dejar pasar este año y superar la crisis económica para «empezar con tranquilidad a hablar de proyectos de fusión que, desde luego, nosotros apoyaremos». Esa la misma teoría que maneja el departamento económico del Gobierno de aquella comunidad: esperar al 2011 para retomar el proceso de alianza que fracasó hace 18 meses después de que la asamblea de la Kutxa decidiera no aprobar la alianza con BBK.

La fusión, según el dirigente socialista, debe definir muy bien el modelo de obra social de la entidad, que respete el equilibrio territorial dada «la gran personalidad» de cada una de las tres firmas. A favor de este proceso está el bajo solapamiento de sucursales -cada una se ciñe casi en exclusiva a su provincia- y la complementariedad en el exterior. De todas las anteriores, solo Kutxa tiene presencia en Galicia.