La planta de Reganosa está llamada a jugar un papel destacado en el nuevo escenario que se abrirá si se materializan los planes de mejora de la interconexión de los mercados gasísticos español y portugués. Así, Enagás y REN, los gestores técnicos de los respectivos sistemas, ya están trabajando conjuntamente en el impulso y la creación del Mibgas, el mercado ibérico. Se trata de un mandato de ambos países, adscrito al plan para compatibilizar la regulación del sector energético entre España y Portugal.
En el marco de este programa, y en concreto en la última cumbre hispano-portuguesa, celebrada en enero del pasado año, ambos Gobiernos acordaron estudiar las posibilidades de ampliación de la capacidad de interconexión de gas entre el nordeste de Portugal y Galicia, con la construcción de un nuevo gasoducto de alta presión. Además, también se planteó el establecimiento de un acuerdo para regular y ampliar las capacidades de almacenamiento de este combustible de forma recíproca, según recoge Enagás en un informe reciente.
En ese ámbito, la planta de Reganosa está llamada a atender posibles demandas desde el país vecino, al que ya ha comenzado a exportar, a través del gasoducto que finaliza en Tui.
Ampliación
Reganosa, participada por Gas Natural, Endesa, Grupo Tojeiro, Caixa Galicia, la Xunta, Caixanova, la argelina Sonatrach, y el Banco Pastor, comenzó a operar en el 2007. La duplicación de su capacidad de regasificación -que no de instalaciones- fue autorizada e incluida en la planificación energética nacional para el período comprendido entre el 2007 y el 2016. Ya ha iniciado la búsqueda de ofertas empresariales para el diseño y la ejecución del proyecto, pero aún no lo adjudicó.