El operador de cable Ono propondrá a sus acreedores aplazar el vencimiento del grueso del préstamo sindicado de 3.600 millones de euros que suscribió para financiar la compra del negocio de cable de Auna. Lo hará en una reunión prevista para el próximo 19 de enero, en la que pedirá que la banca le dé de plazo hasta junio del 2013 para saldar la deuda.
En el marco de este acuerdo, los accionistas del grupo se han comprometido a aportar 200 millones de euros para reforzar los recursos propios de la compañía. De esta cantidad, 125 millones serán desembolsados de forma inmediata, mientras que los 75 restantes quedarán pendientes de «determinadas pruebas de liquidez». En cualquier caso, esta recapitalización está supeditada a que finalmente se logre un acuerdo con las entidades. Fuentes del mercado aseguran que la firma cuenta ya con el visto bueno de la mitad de los bancos involucrados en el proceso.
La operadora subrayó ayer que este plan facilita la refinanciación de su deuda a lo largo del tiempo al ajustar los vencimientos a corto plazo con el esquema de generación de flujo de caja del negocio, al tiempo que proporciona una inyección de liquidez a Ono que garantiza la «continuidad» de sus operaciones «de forma óptima en el actual entorno macroeconómico».