La auditoría apunta que la unión de las cajas precisaría 1.100 millones del FROB

ECONOMÍA

El documento, ya muy adelantado, podría entregarse a Facenda y a las entidades antes del plazo previsto

18 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La auditoría que desde el pasado día 3 están elaborando, a instancias de la Xunta y de las dos cajas, una veintena de técnicos de la firma KPMG apunta a que la fusión de Caixa Galicia y Caixanova es viable, en la línea de lo defendido por la Consellería de Facenda y el propio Alberto Núñez Feijoo. Los números preliminares de los que ya dispone la firma revelan que la integración de las dos financieras supondría el cierre de unas 300 oficinas (juntas suman 1.425 sucursales) y la prejubilación de unos 1.300 trabajadores (hoy sus plantillas aglutinan a 8.600 empleados).

El avance de esos datos, en los que trabajan técnicos desde Madrid, A Coruña y Vigo, apunta que la unión de las dos cajas precisaría tomar alrededor de 1.100 millones de euros de ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Ese dinero es inferior al que se precisaría para la gran alianza catalana, que ha pedido al Banco de España 1.315 millones. En todo caso, la cantidad máxima que podrían pedir las entidades gallegas a ese fondo estatal estaría en 1.198 millones, el 2% de sus activos ponderados por riesgo.

Todos estos datos preliminares -salvo el de las ayudas públicas- son prácticamente idénticos al informe que elaboraron en octubre y noviembre los técnicos de la Consellería de Facenda. Sin embargo, las fuentes consultadas creen que aún pueden variar hasta que se complete el documento y se entregue a los interesados, es decir, a las dos entidades y a la Xunta.

La auditoría podría resolverse antes de final de año, en la última semana del ejercicio, coincidiendo, precisamente, con el debate sobre la nueva ley de cajas de Galicia. «Se trabaja a un buen ritmo con la idea de que esté lo antes posible», explican fuentes próximas al Gobierno gallego. En todo caso, la fecha marcada como límite es la segunda semana de enero, conforme al calendario que estableció el propio Feijoo.

La auditoría de KPMG -la misma firma que está orientando la alianza entre Caja España y Caja Duero- fue la alternativa que dio Feijoo a los directores generales de las dos cajas al no encajar los datos de la Xunta con los de Caixa Galicia y, sobre todo, con los de Caixanova. De hecho, el propio presidente de esta entidad, Julio Fernández Gayoso, había desacreditado ese informe. Previamente, presentó a la Xunta uno firmado por la firma Deloitte que desaconsejaba la vía gallega.