Logra un acuerdo laboral para sus 3.200 empleados que garantiza la paz social durante los próximos tres años
17 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El consejo de administración de ONO, primer operador de cable de España con más de 45.000 kilómetros de red propia, aprobó ayer el proceso de refinanciación de su deuda, que alcanza los 3.600 millones de euros. El acuerdo incluye la aportación por parte de los socios de 200 millones, medida con la que se acometerá un reforzamiento importante de los recursos propios de la compañía.
Fuentes próximas a la empresa destacaron el hecho de que más de la mitad de los bancos sindicados ya han aceptado la refinanciación de la deuda. Al mismo tiempo advirtieron de que con la apuesta que están realizando los accionistas de referencia con su aportación de 200 millones se facilita cualquier proceso de diálogo con las entidades financieras acreedoras. Todavía no se ha concretado el tipo de modalidad que se adoptará para acometer la operación, indicó un portavoz de la compañía, que insistió en trasladar la «importancia del mensaje de compromiso de los socios que se envía a los bancos».
De acuerdo con lo que se recoge en la memoria de ONO, entre el conjunto de accionistas que respaldan la estrategia de la firma se encuentran CCMP Capital Advisor, con el 14,8% de la sociedad; Thomas H Lee Partners y Providence Equity, con porcentajes similares. En el accionariado también figuran el grupo Multitel (7,1%), Quadrangle Capital (8,8%), GE Capital (8,7%), Caisse de Dépôt et Placemente du Québec (6,5%), Val Telecomunicaciones (5,2%), Ontario Teachers Pensión Plan (4,6%) Grupo Santander (4,4%) y Sodintelco (4,2), entre otros.
Nombramientos
La operación, que permitirá a la compañía aligerar la carga de la deuda, se espera cerrar en el primer trimestre del próximo año.
Otros de los acuerdos adoptados por la firma que preside José maría Castellano fue el nombramiento de Emilio Saracho como vicepresidente segundo y presidente del comité de auditoría. Además, José Luis Nueno se incorpora al comité de auditoría y a Eduardo Serra al comité de remuneración.
La compañía, que en el último ejercicio cerrado registró unos ingresos superiores a los 1.600 millones de euros y obtuvo un Ebitda de 700 millones después de acometer un duro plan de reestructuración que incluyó un expediente de regulación de empleo, cuenta con una red de alta capacidad en la que hay conectados más de siete millones de hogares, aproximadamente la mitad de las primeras viviendas que existen en España.
La compañía también se ha garantizado la paz social durante los próximos tres años tras la firma de un acuerdo laboral con CC. OO., UGT y STC. A través del pacto laboral, que afecta a 3.200 empleados, se acaba con las diferencias salariales que había entre los trabajadores de ONO y Auna.
A la empresa, según la información facilitada por un portavoz, el acuerdo tiene un coste anual de 2,8 millones.