El Banco de Inglaterra prestó en secreto 68.200 millones al Royal Bank y al HBOS para sortear la crisis
ECONOMÍA
En enero pasado, dos de los principales bancos británicos, el Royal Bank of Scotland y el HBOS, apelaron a sus accionistas para que acudieran a dos macroampliaciones de capital destinadas a fortalecer el balance de ambas entidades. Entonces, algunas voces apuntaron que no estaban ofreciendo un análisis certero de la verdadera situación por la que atravesaban. El tiempo ha acabado dándoles la razón.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, reveló ayer en una comisión parlamentaria que entre octubre y noviembre del año pasado, con los cimientos del mundo financiero todavía tambaleantes por la caída de Lehman Brothers, concedió sendos préstamos de urgencia a los dos bancos mencionados por un valor conjunto de 61.600 millones de libras (68.185 millones de euros) para que pudieran hacer frente a sus necesidades de liquidez, y optó por mantenerlo en secreto. King justificó esa decisión alegando que se trataba de «prevenir la pérdida de confianza en el conjunto del sistema».
«Habiendo analizado cuidadosamente el interés público de conocer los hechos frente a las consecuencias potenciales de riesgo sistémico, el Banco de Inglaterra decidió hacer uso de sus poderes para limitar la información», precisó ayer la autoridad monetaria en un comunicado, en el que recordaba también que la política de la entidad implica que dichas actuaciones deben ser reveladas en cuanto los responsables de la institución consideren que ya no es necesario mantener el secreto.
Devolución
Con todo, King precisó ante el Comité del Tesoro del Parlamento que ambas entidades proporcionaron garantías por valor de más de 100.000 millones de libras. Explicó que el Royal Bank devolvió la totalidad del préstamo en diciembre pasado, y el HBOS, un mes después; y que ambos abonaron las comisiones correspondientes.
Por su parte, un portavoz del primer ministro británico, Gordon Brown, manifestó ayer, una vez hecha pública la noticia, que la concesión de estos créditos «recuerda de una manera contundente» lo cerca que se estuvo en los últimos meses del 2008 de que todo el sistema bancario se derrumbara.