Cantabria impulsa una integración de cajas para evitar absorciones

ECONOMÍA

El «gran conglomerado» respetará la identidad corporativa y la personalidad jurídica de cada institución

24 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Caja Cantabria dio ayer el primer paso, al menos en público, para integrarse junto con media docena de entidades financieras regionales en «un gran conglomerado de cajas» que respetaría la identidad corporativa de cada una de ellas, así como su personalidad jurídica. La comisión de control de la entidad cántabra respaldó un acuerdo alcanzado el lunes en su consejo de administración en el que se autoriza al presidente de este a «emprender contactos formales que pudieran conducir a acuerdos que permitan sinergias para reforzar la solvencia, mejorar la eficiencia y consolidar el crecimiento futuro del negocio», según reza una nota oficial difundida por la caja.

Fuentes de esta insistieron en que «no se está valorando ninguna posible fusión con otras cajas», pues la entidad montañesa «mantendría, en un fenómeno de integración, su identidad corporativa y su personalidad jurídica propia». El jefe del Ejecutivo cántabro, el televisivo Miguel Ángel Revilla, respaldó una operación que calificó de «inevitable». Según explicó, el presidente de la entidad, Enrique Ambrosio, tiene «el beneplácito del Gobierno para iniciar y sondear, no una fusión que elimine las características y raíces de nuestra caja, pero sí una sociedad que englobe a varias cajas que tengan en determinados aspectos actuaciones comunes».

«El Banco de España -recordó Revilla- lleva tiempo recomendando, yo diría presionando, con buen criterio, para que entidades de tamaño pequeño hagan un club de cajas que permita afrontar las situaciones de posible crisis con más solvencia». Por ello, añadió, Caja Cantabria está «estudiando, con gente experta, las entidades que tienen mayores similitudes, coherencia y solvencia».

La fórmula elegida para la caja montañesa es el denominado Sistema Institucional de Protección (SIP), un instrumento admitido por el Banco de España para que dos o más entidades constituyan una nueva sociedad y depositen en ella parte de su soberanía, como pueden ser sus políticas inversoras y crediticias, sin renunciar a su identidad y sus órganos de gestión, a cambio de garantizar la liquidez y la solvencia de forma conjunta. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, creado en junio para inyectar 90.000 millones de euros a la banca española, contempla esta fórmula como una de las opciones para que las entidades se redimensionen.

Quinielas sobre Caixanova

Según medios financieros gallegos, el SIP fue una opción barajada antes del verano por la dirección de Caixanova para afrontar el proceso de reconversión que vive el sector bancario español. Entonces, la Xunta se opuso, al entender que cualquier solución para las caixas gallegas debe circunscribirse al ámbito gallego.

Fuentes de Caja Cantabria y del Gobierno regional eludieron ayer referirse a ninguna entidad concreta. No obstante, una publicación digital citaba ayer a Caixanova entre los posibles novios, junto con Caja Canarias, Caja Navarra, Caja Granada y la balear Sa Nostra. La citada publicación está dirigida por un ex consejero socialista del Gobierno cántabro. Se da la circunstancia de que en el Ejecutivo de coalición del regionalista Revilla, la cartera económica está en manos del PSOE.

Otras fuentes incluyen a Caja Asturias y Caja La Rioja en este «conglomerado» del que habla el presidente cántabro. Pese a mantener la identidad corporativa de cada caja, la nueva sociedad tendría una sede única que, según estas informaciones, estaría en Madrid.

La mayoría de las entidades mencionadas forman parte de comunidades uniprovinciales o son hegemónicas en su territorio. Todas, salvo la riojana, se sitúan entre el puesto 12 (Caixanova) y el 29 (Cantabria) del ránking español.

Fuentes del sector bancario explican que el movimiento iniciado en Santander es el lógico para una serie de entidades que se ven forzadas a ganar tamaño, pero que no tienen compañeros de baile en las comunidades en las que están implantadas. «Es lógico, porque permite a los Gobiernos de comunidades pequeñas no perder el control de su caja, aunque lo más probable es que esta fórmula del SIP, a medio plazo, acabe en una fusión en toda regla», explican estas fuentes.

Un portavoz de Caixanova rehusó ayer comentar la posibilidad de formar parte de una operación de este tipo, ni siquiera si la entidad que preside Julio Fernández Gayoso ha entablado algún tipo de conversación al respecto.