El Banco Santander acuerda con su personal cerrar los sábados a cambio de trabajar media hora más al día

T.?G. Morán

ECONOMÍA

18 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las oficinas del Banco Santander no volverán a abrir los sábados. La entidad que preside Emilio Botín alcanzó ayer un principio de acuerdo con los sindicatos mayoritarios (CC.?OO. y UGT) para cerrar el sexto día de la semana a cambio de trabajar media hora diaria más de lunes a viernes. Hasta ahora, el banco abría sus sucursales los sábados entre abril y septiembre, ambos incluidos, y cerraba el resto de fines de semana del año. El preacuerdo, al que no se sumaron centrales sindicales minoritarias en el banco como la CIG, afecta a 16.000 empleados (763 en Galicia) pertenecientes a 2.934 oficinas (145 en la comunidad). Con el nuevo horario, los trabajadores seguirán entrando a las 8 de la mañana y acabarán su jornada a las 15.30, media hora más tarde que hasta ahora. En julio y agosto se mantendrá el horario de salida a las 15 horas.

Para completar las horas recogidas en el convenio, cada trabajador deberá hacer otras 25 anuales, que se emplearán en formación o para cubrir «puntas de trabajo», cuyo uso deberá ser consensuado entre el empleado y el responsable de cada oficina.

Serafín Otero, de CIG-Banca, explicó que la central nacionalista se desmarcó del acuerdo porque supone «ampliar a xornada e deixa aberta a posibilidade de flexibilizar os horarios», lo que en la práctica supondrá, opina, trabajar por la tarde, «e legalizar o que se facía ata o de agora de forma ilegal».

Del acuerdo quedan excluidos los trabajadores de oficinas de empresa, de universidades, grandes superficies, canal hospitalario y ciudad financiera, así como de otros servicios que también cuentan con regímenes horarios distintos al continuo.

El nuevo horario, explican fuentes del Santander, «responde a una vieja reivindicación de los sindicatos y probablemente servirá de referencia para el resto del sector». De hecho, otros bancos, como el Popular, negocian ya el cierre de los sábados con los representantes de los trabajadores. De momento, la medida se ha implantado solo en Deutsche Bank, Barclays y Bankinter.

Las mismas fuentes explican que el cambio no se adopta solo para recortar costes, sino dentro de la política de conciliación de la vida familiar y laboral que lleva a cabo la empresa. Los sábados, afirman, «no eran atractivos desde el punto de vista comercial», por lo que «es preferible atender una vieja demanda de los trabajadores».