Seis autonomías preparan el futuro de sus cajas y la Xunta lo pospone

ECONOMÍA

Facenda no ha decidido aún su postura sobre el plan de rescate bancario del que recelan cinco comunidades

08 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El fondo de rescate bancario aprobado por el Gobierno -y al que le falta el respaldo del Congreso, donde hoy se debate- ha acelerado las negociaciones entre Administraciones autonómicas y cajas para redefinir el mapa de entidades de ahorro. Hay seis comunidades que ya se están apremiando para encontrar soluciones que refuercen la solvencia y capital de las cajas antes de que un tercero -el Ministerio de Economía o, sobre todo, el Banco de España- decida los noviazgos.

Entre las que aún no han movido ficha está la Xunta. «Las fusiones no están sobre la mesa», reiteraron ayer desde la Consellería de Facenda. Y ello pese a que algunas fuentes del sector bancario aseguran que al presidente Feijoo le están llegando avisos para que adopte una posición firme sobre las cajas gallegas en previsión de los movimientos que se avecinan. Lo niegan en su entorno.

Al frente de todo ese proceso están seis comunidades que han comenzado a rediseñar su mapa de cajas. Quien se adelante, dicen algunas fuentes, creará antes grupos más fuertes que podrán absorber a otros. Castilla y León y Cataluña, territorios en los que están asentadas 16 de las 45 entidades de este tipo en España, son las que más ímpetu le han puesto, participando sus Gobiernos autónomos. En el primero de los casos la integración más adelantada es la de Caja España y Caja Duero; en las últimas semanas se ha abierto además la operación Caja Ávila-Caja Segovia. En Cataluña las entidades Catalunya, Girona y Tarragona están en un proceso inicial para unirse, como tres comarcales (Manlleu, Terrasa y Sabadell).

Andalucía tiene varios frentes abiertos, aunque el que más urge es el de encontrar un socio para Caja Sur, una de las firmas con peores balances de morosidad (alta) y solvencia (baja). Caja Sol y Unicaja podrían entrar y también se busca una alianza para Caja Granada. Siempre dentro de las fronteras de la comunidad. Y es que, tras la aprobación del plan de rescate, todos los procesos en esta fase corresponden a entornos regionales.

De Extremadura a Valencia

Extremadura mantiene vivo un proceso que derive en una sola entidad de tamaño medio-pequeño. En el País Vasco, aunque sus cajas no tiene problemas, es previsible que antes de un año se intente de nuevo la integración de BBK, Vital y Kutxa. Es difícil que otras entidades puedan entrar a captar a alguna de ellas, admiten desde el sector.

La última operación la protagoniza el Gobierno valenciano, que ha reabierto la posibilidad de que la tercera (Bancaja) y cuarta (CAM) entidad de ahorros en España terminen formando una sola. Hay recelos, especialmente, en la segunda de las firmas. Pero el ejecutivo de aquella ya dijo, tras la aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que la operación era posible.

Así, estas autonomías están tratando de blindarse contra cualquier operación teledirigida desde fuera, algo que se antoja posible en la segunda fase de ordenación del sector.

Mientras, cinco comunidades ya han mostrado sus recelos sobre el FROB, advirtiendo que presentarán recursos porque entienden que invade sus competencias autonómicas al dar al Banco de España la posibilidad de dirigir el proceso. A las denuncias de los Gobiernos de Andalucía, Extremadura y Cataluña la semana pasada se han sumado Castilla y León, primera comunidad gobernada por el PP que se enfrenta al FROB, y Aragón. La Xunta mantiene, como con la fusión de cajas, cautela y dice que su postura dependerá del texto final del Congreso. Hoy se debate ahí, con el anunciado voto contrario de varios partidos nacionalistas por «invadir» competencias autonómicas.