Bancos y cajas renuevan cajeros y tarjetas para adaptarse a la UE

ECONOMÍA

La mayoría de las entidades bancarias ya han adaptado sus expendedores automáticos a la tecnología de chip que exige la Zona Única de Pagos para el euro.

15 jun 2009 . Actualizado a las 12:40 h.

Diciembre del próximo año es la fecha límite para que todos los españoles cuenten con tarjetas bancarias provistas de chip. La impone la Unión Europea a los países miembros que comparten moneda y que desde el año 2006 se preparan para formar parte de la Zona Única de Pagos para el Euro (SEPA, por sus siglas en inglés). El objetivo es que dentro de 18 meses el sector bancario de todos estos países se haya adaptado al estándar EMV (Europay, Mastercard y Visa) y que sus clientes puedan utilizar las tarjetas provistas de circuitos integrados de radiofrecuencia, comúnmente conocidos como chips. El cambio permitirá el pago sin euros en efectivo en toda la zona euro, mediante una única cuenta bancaria y los mismos instrumentos, ya sea a través de transferencias, de domiciliaciones bancarias o de pagos con tarjeta.

Además del aliciente comunitario, está el factor seguridad: los chip incluyen una información más detallada del usuario y es casi imposible su falsificación, frente a la banda magnética que incorporan el grueso de soportes crediticios que hay en circulación en España; y es que más de la mitad del fraude financiero registrado en el país el pasado año fue el denominado skimming, o duplicación ilegal de tarjetas magnéticas.

Cambio de infraestructura

Pero no es suficiente con la renovación de los soportes de identificación del usuario. Bancos y cajas han tenido que renovar los cajeros automáticos de todo el país para poder reconocer la nueva tecnología que incorporan las tarjetas. Muchos de ellos han podido ser adaptados ?ya que la banda magnética se mantiene?, pero otros han tenido que ser modificados por completo. En este sentido, España ha tenido que hacer una inversión mayor a la de sus vecinos, pues se trata del país con mayor número de cajeros por número de habitante de Europa (el segundo en el mundo, solo por detrás de Japón).

Si en el caso de las tarjetas, las entidades están algo más atrasadas, y según la SEPA el índice de migración es inferior al de países del entorno, el organismo ha destacado una alta implantación en el caso de los cajeros. En la comunidad, Caixa Galicia cuenta con sus expendedores automáticos adaptados desde hace más de un año, para poder hacer frente a la demanda de turistas, principalmente británicos, originarios de un país en el que la tecnología chip lleva ya implantada mucho tiempo. «Hasta ahora, estos usuarios podían operar igualmente, a través de la banda, pero el chip aporta más seguridad», explica Jorge Blanco, responsable de medios de pagos de la entidad gallega.

En el caso de expedición de tarjetas nuevas, la caja gallega está muy por encima de la media a nivel nacional, ya que de momento se cuentan con los dedos de la mano las entidades ya adaptadas. Según van caducando o un cliente tiene que renovar una tarjeta por pérdida o deterioro ya se le envía una tarjeta con chip.

¿Qué cambia para el usuario? La principal novedad la encuentra a la hora de pagar en tiendas, donde tiene que de teclear un código de cuatro dígitos. Esto aporta una mayor seguridad, prácticamente imposible de falsificar, pero además aporta un extra medioambiental, ya que, al desaparecer la firma, el establecimiento comercial no tiene que conservar el justificante de pago, lo que a la larga supone un importante ahorro de papel. Además, en un futuro cercano, la tecnología chip dará un valor añadido a las tarjetas de crédito, que permitirán otro tipo de operaciones. Expertos calculan que la banca española tendrá que invertir unos 900 millones de euros para hacer efectivos todos estos cambios.