«La tecnología ha sido la mejor aliada de la mujer»

ECONOMÍA

11 jun 2009 . Actualizado a las 13:31 h.

Isabel Aguilera (Sevilla, 1960) es arquitecta, pero figura entre las 50 mejores ejecutivas del mundo. Ha sido directiva en firmas como Compaq, Hewlett Packard, Google, General Motors, Airtel, o Dell, a la que logró colocar como líder europea del sector. En la actualidad, es consejera de Laureate Universities, Indra y Meta 4. Ayer ofreció una conferencia en A Coruña.

-¿La crisis ha tocado fondo?

-Ojalá. Afortunadamente no todos los sectores entran en crisis a la vez. Hay algunos que ya se están recuperando.

-Ha dirigido y es consejera de grandes firmas, ¿cuáles tienen más difícil salir a flote?

-Diré las que lo tienen más fácil: aquellas que apuesten por la innovación, la tecnología y el talento humano. Y las que sepan mirar alrededor, detectar las oportunidades, que sin duda existen, y ejecutarlas.

-Energía, salud, agua e idioma son, según usted, nichos de competitividad de España. ¿Qué nos falta entonces?

-Saber trabajar coordinadamente y en equipo. Si somos capaces de coordinarnos Administraciones, empresa y universidad y mover la conciencia de la sociedad, seguiremos jugando un papel relevante.

-¿Conciencia?

-Concienciación, mentalización, cultura... estamos acostumbrados a reclamar protección, justicia... pero no nos preguntamos qué podemos hacer para contribuir a ello. Hablo de coparticipar en eficacia, en consumo, en coeducar a nuestros hijos, en valorar productos y servicios por la sostenibilidad, y también en premiar a esas empresas y no solo buscar, que también, el mejor precio.

-El paro es la gran preocupación. Y castiga más a las mujeres.

-Creo que no es un tema individual, se sufre y se palía en familia. Hemos tenido antes cotas de desempleo superiores, pero es verdad que los distintos tipos de familia de hoy pueden pasar facturas más grandes, sobre todo a mujeres, jóvenes y mayores de 50. Y tenemos que ser conscientes de las razones por las que hay que cuidar la discriminación de género en el trabajo. Cuantitativamente, ya sin entrar en la independencia, satisfacción y demás, basta con mirar la pirámide demográfica: seremos un país de viejas, con cada vez menos gente trabajando para un colectivo mayor. En cuanto a los jóvenes, después de una generación puente, nuestros hijos, sobradamente preparados, van a volver a ser emigrantes, pero en un viaje de mayor recorrido, a China, a los Emiratos Árabes... Y del colectivo de prejubilados, hay que aprovechar la experiencia como hacen culturas que, precisamente, han sido las dominantes.

-La teoría está clara, pero parece existir un divorcio con la realidad.

-Quiero ser optimista. Las mujeres estamos mucho mejor de lo que hemos estado nunca. Yo no quiero proteccionismos falsos, ni que se me trate diferente, pero sí garantizar que se me trate igual, con las mismas oportunidades, y que la selección, promoción y retribución no tenga nada que ver con ser mujer. Y eso empieza por una política de retribuciones. Las estadísticas están ahí: las mujeres siguen cobrando menos.

-Usted tiene dos hijos, ¿cómo se lleva ser ejecutiva?

-Con mucha renuncia a la perfección... estableciendo prioridades e invirtiendo en el futuro profesional. He trabajado para poder seguir trabajando, subcontratando. Y cuando no había móviles. La tecnología ha sido la mejor aliada de la mujer, desde la lavadora, hasta Google o el móvil, esas herramientas para acercarse a la ubicuidad.