Destinará unos 60.000 millones a comprar bonos y dará doce meses a los bancos para devolver los préstamos
08 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El Banco Central Europeo (BCE) cumplió ayer con lo prometido hace ahora un mes y anunció la puesta en marcha de medidas «no convencionales» para tratar de impedir que la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial acabe convirtiéndose en una profunda depresión. Además de recortar otro cuarto de punto el precio oficial del dinero, para dejarlo en un mínimo histórico del 1%, la institución que pilota Jean Claude Trichet se ha decidido por fin a darle a la manivela de la máquina de imprimir dinero, algo que ya hicieron mucho antes otros grandes bancos centrales como la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra.
El presidente de la máxima autoridad monetaria de la eurozona desveló que tiene la intención de poner sobre la mesa unos 60.000 millones de euros para adquirir cédulas hipotecarias a los bancos (se trata de títulos de deuda respaldados por paquetes de hipotecas y por la entidad que los emite). De acuerdo con los datos en poder del BCE, los tres países con mayor concentración de cédulas hipotecarias en su sistema financiero son Alemania, Francia y España. De hecho, algunos analistas apuntaban ayer que la medida «huele a cierto favoritismo hacia Alemania», embarcada en el rescate del Hypo Real Estate, con una ingente cantidad de títulos de este tipo en su cartera.
Fiel a su para muchos irritante parsimonia, Trichet no reveló más detalles del plan, ni siquiera concretó si esa cifra que maneja ahora la entidad será la definitiva. Prometió que desgranará sus intenciones tras la reunión del próximo 4 de junio. Habrá que dejar pasar otro mes más, y muchos analistas no consideran lógica la espera a la vista de una economía que «necesita ya de estas medidas y de otras muchas».? Sea como fuere, la decisión del BCE supone, en la práctica, la puesta en marcha de la máquina de fabricar billetes para inyectar dinero en el sistema. Y, según Trichet, se aplica con la intención de «reactivar un segmento del mercado financiero especialmente castigado por la crisis» y uno de los tradicionales canales de financiación de la banca.
Más tiempo
Además, la autoridad monetaria ha ampliado el plazo que tienen las entidades para devolverle el dinero que les presta. Hasta ahora disponían de seis meses para restituir los fondos que conseguían en la barra libre de liquidez abierta por Trichet en octubre del año pasado. Ahora podrán hacerlo en doce.
El capítulo de medidas excepcionales se completa con la inclusión del Banco Europeo de Inversiones (BEI) entre las entidades que pueden acudir a las subastas de liquidez. Se le exigirán los mismos requisitos que al resto.
Previsiones
En cuanto a futuras rebajas del precio oficial del dinero, Trichet las fio a la marcha de la economía. No las descartó: «Entre las decisiones de hoy no está que el 1% sea el suelo de los tipos, que no se pueda atravesar esa barrera», dijo. Pero de sus siguientes palabras: «el nivel [el 1%] es el adecuado a la situación actual», los analistas deducen que no habrá más recortes a corto plazo. Incluso son muchos los que opinan que este año ya no habrá más alegrías en este terreno.