Los nuevos eólicos presionan a la patronal para que se posicione a favor del reparto del BNG

ECONOMÍA

05 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El reparto eólico efectuado por el BNG en el último tramo de la pasada legislatura cambió el mapa del viento gallego y, de paso, la correlación de fuerzas en la Asociación Eólica de Galicia (EGA), la patronal que aglutina al 90% de los operadores de la comunidad. La asamblea de la asociación se reunirá a las 10.30 horas de hoy en el hotel Los Abetos, en Compostela, en una cita que ha sido calificada por fuentes próximas a la misma como «la más incierta de los últimos años».

La razón es que a la misma acuden por primera vez los nuevos actores del negocio del viento, afiliados a la EGA desde hace pocas semanas, y que por el peculiar reparto de fuerzas que rige en el funcionamiento de la asociación tienen un elevado peso específico en las votaciones. En noviembre del año pasado, mientras la Consellería de Industria resolvía el mayor concurso de la historia de Galicia, la asamblea de la EGA cambió sus estatutos para dar entrada a los posibles nuevos adjudicatarios, y además modificó el sistema de voto, de modo que los megavatios en tramitación (desde que el molino es admitido a trámite hasta que comienza a girar en el monte) suman ahora el doble que los que ya están en explotación. «Tiene lógica, porque esta es una asociación de promotores, que intenta resolver problemas, y un eólico tiene muchos más problemas cuando su proyecto se está tramitando que cuando ya está en funcionamiento», explica uno de los veinte socios de la EGA.

El peso de los nuevos socios

Un mes después, la consellería resolvió el concurso en medio de un monumental escándalo, y repartió la mayor parte de los 2.300 megavatios entre aspirantes desconocidos. El resultado es que firmas hasta ahora ajenas al sector, como Aucosa (la unión de empresarios de la conserva y las centrales minihidráulicas), Ventos Cooperativos (formado por cuatro cooperativas lácteas), o Enerxías Renovables de Galicia (la división eólica de Jacinto Rey), tienen ya el 7, el 5 y el 4% de los votos de la EGA, respectivamente.

Con esta nueva correlación de fuerzas, los nuevos adjudicatarios están presionando a la patronal para que se adopte una postura conjunta ante lo que entienden sería un ataque al sector. Es decir, que se posicione públicamente contra la intención del nuevo Gobierno gallego de revisar el concurso, o lo que es lo mismo, a favor de que el polémico reparto del BNG continúe su tramitación.

Fuentes de la EGA admiten que hay «dos sensibilidades claramente diferenciadas». De un lado, los que quieren mantener los megavatios que tienen admitidos a trámite, incluidos algunos socios antiguos de la asociación que también recibieron molinos y están satisfechos con el reparto. Y de otro, los grandes operadores que se han quedado sin nada (o con menos de lo esperado) y consideran que en el proceso ha habido demasiadas irregularidades. Las mismas fuentes recuerdan, no obstante, que la asamblea de la EGA ya se pronunció sobre la resolución de Industria el pasado 30 de enero. Entonces, criticó la forma en que se habían hecho las cosas, pero descartó acudir a los tribunales como asociación, y dio libertad a los miembros para defender sus derechos de forma individual. «No tendría sentido volver a analizar el tema, decidir que ahora sí es necesaria una postura conjunta, y mucho menos que esa postura sea justo la contraria que la que se tenía hace cinco meses», explica un asociado.

El orden del día de la reunión de hoy incluye un solo punto: «Análisis de la situación del sector eólico tras el cambio político producido en la Xunta de Galicia. Programa de actuaciones a realizar en relación con el nuevo Gobierno».