De proyecto incómodo a un «activo estratégico»

B.?C.

ECONOMÍA

03 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Gas Natural tendrá que realizar desinversiones para garantizarse un flujo económico de 3.000 millones con los que financiar la operación de compra de Unión Fenosa. Sin embargo, aunque la compañía que preside Salvador Gabarró no ha hecho públicos todos los activos de los que piensa desprenderse -para evitar que se devalúe o dispare su precio en el mercado- distintas fuentes del sector sostienen que entre los planes de la gasística catalana no entra vender la participación en Reganosa, que ha llegado a calificar de «activo estratégico». No han contado con esa misma consideración las plantas de fuel y de ciclo combinado de Unión Fenosa en Sabón, para las que ya busca comprador.

El presidente de la gasista puso de relevancia su interés sobre la participación en la regasificadora gallega al asegurar el pasado verano, en la presentación de la operación de control sobre la eléctrica, que la planta de Mugardos «forma parte del negocio básico» y está ubicada «en un lugar estratégico».

Sin embargo, Gas Natural no siempre pensó así. La compañía, que llegó a tener casi un tercio del accionariado de Enagás, fue una de las empresas que mayor oposición demostró a la puesta en marcha de una regasificadora en Galicia, que vendría a romper, junto a las de Bilbao y Sagunto (Valencia) con el monopolio del sector que ostentaba el gestor técnico del sistema.

Interés de Enagás

Ahora, la gasista catalana es ya uno de los accionistas de referencia y, aunque aún no se ha pronunciado públicamente, todo parece indicar que no tiene intención de recoger el guante que le lanzó esta semana el presidente de Enagás, Antonio Llardén, que manifestó su interés por comprar las participaciones de Fenosa en las plantas de Mugardos y Sagunto.

Otra de las paradojas que protagonizará la empresa catalana en Reganosa es que compartirá asientos en el consejo con otro de los socios extranjeros de la terminal, la argelina Sonatrach, con el que mantiene algunos litigios legales abiertos por discrepancias en el permiso de comercialización de gas en España y por la cancelación de un contrato en Argelia.