Gas Natural podría vender la central de Sabón para cerrar la opa de Fenosa

ECONOMÍA

15 abr 2009 . Actualizado a las 10:11 h.

Las acciones de Unión Fenosa dejaron de cotizar en Bolsa después de 27 años ininterrumpidos. Ayer finalizó el período de aceptación de la opa de Gas Natural y se abrió el período de liquidación, durante el cual la gasista abonará los 18,05 euros por título a los accionistas que hayan optado por vender -más del 90%, según fuentes próximas a la compañía de origen gallego-. Formalmente, ese plazo concluye el próximo martes, y dos días después, el día 23, Unión Fenosa celebrará el consejo de administración en el que Honorato López Isla será sustituido como consejero delegado por Rafael Villaseca.

En esa misma reunión, o bien en la junta de accionistas de la eléctrica que se celebrará el 29 de junio, se nombrará el nuevo consejo de administración, en el que previsiblemente Galicia perderá el peso que históricamente ha mantenido en la sociedad. Actualmente, en el órgano de dirección de la eléctrica están representados Caixanova (con dos consejeros), Caixa Galicia y el Banco Pastor (estas dos últimas entidades con sendas vicepresidencias). El consejo de Caixanova aceptó ayer las condiciones de la opa y vendió así el último paquete en su poder, un 0,81% del capital de la eléctrica, por el que ingresará 133,6 millones de euros. La caja que preside Julio Fernández Gayoso había vendido otro 4,7% de la compañía en diciembre pasado. Fuentes de la entidad consideraron ayer «probable» que tanto Gayoso como María Victoria Vázquez, la otra consejera que representa a la caja del sur en Unión Fenosa, abandonen el cargo próximamente.

Caixa Galicia también vendió su participación en la eléctrica en el último trimestre del año pasado. Su director general, José Luis Méndez, se mantiene en el consejo como presidente «de forma testimonial» y «para evitar un vacío de poder», según fuentes próximas a la caja, que desconocen si continuará después de la reunión de la próxima semana.

El presidente del Banco Pastor, José María Arias, ya anunció en su día que su puesto de vicepresidente en Fenosa está a disposición de lo que determine el consejo. El banco gallego vendió el mes pasado el último 1,8% que le quedaba en la eléctrica. No obstante, Arias representa también en el órgano de dirección el 0,8% que todavía mantiene en su poder la Fundación Barrié. Concluida la opa, este paquete se ha convertido en el último capital gallego en el accionariado de Fenosa.

De forma paralela a estos movimientos, Gas Natural ha contratado a dos bancos estadounidenses, Citigroup y JP Morgan, para que coordinen la venta de activos de la eléctrica que exige la Comisión Nacional de la Competencia para autorizar la operación. Las autoridades han requerido a la firma catalana para que se deshaga de 2.000 megavatios de generación eléctrica en ciclos combinados (negocio en el que había más confluencia entre compradora y vendedora) y 600.000 clientes del negocio de comercialización de gas.

Fuentes próximas a la compañía consideran «muy probable» que entre esos 2.000 megavatios eléctricos se encuentre el ciclo combinado de Sabón. Las negociaciones entre la firma catalana y la Comisión de la Competencia son, en cualquier caso, secretas, para no devaluar los activos que serán puestos en el mercado.

A ese plan de desinversiones voluntarias, Gas Natural añadirá otros activos para financiar la operación. Fuentes conocedoras de esta explican que estas ventas serán mayores cuantos más accionistas hayan optado por acudir a la opa. La firma que preside Salvador Gabarró ha estimado que si hay un 10% de inversores que han optado por quedarse con sus títulos, las necesidades de financiación se reducirán en unos 1.600 millones de euros. En total, la gasista planea desinvertir activos por valor de 3.000 millones. En el germen de la operación, los directivos de Gas Natural anunciaron su intención de deshacerse de participaciones o instalaciones no estratégicas.