La fuerte restricción al crédito por parte de la banca y el desplome de la construcción explican la coyuntura
13 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La crisis que azota a la economía ha colocado a la industria forestal gallega ante una situación límite. La caída de la demanda de los productos de madera, de entre el 30% y el 50%, ha obligado a las principales compañías a recortar la producción -con reducción de turnos, paradas productivas y ampliación del cierre por vacaciones- para retrasar la puesta en marcha de los expedientes de regulación de empleo (ERE). Monte Industria, la patronal gallega que agrupa firmas como Finsa, Ence, Tafisa, Intasa o Tablicia, ha alertado de que, si no se toman medidas, peligra el futuro de unos 3.000 empleos en Galicia.
De perder estos trabajos, el sector industrial forestal de la comunidad se enfrentaría a la primera caída de empleo neto en quince años. Preguntada al respecto, la patronal Monte Industria ha declinado precisar qué medidas concretas están adoptando cada uno de sus asociados para afrontar el futuro.
La situación es grave si se tiene en cuenta que Galicia, novena potencia forestal europea, lidera el sector de la madera a escala nacional con una facturación que el pasado año 2008 se elevó hasta los 2.259 millones de euros. La actividad representa el 3,5% del producto interior bruto (PIB) de la comunidad.
«La situación a la que se enfrenta el sector se puede resumir en la siguientes causas: crisis financiera, lo que restringe el crédito, y crisis de la construcción, que afecta a la demanda de productos de madera. A esto se suma un descenso de la confianza del consumidor y un incremento de la competencia de los productos procedentes de países asiáticos y latinoamericanos», explica Ana Oróns, secretaria general de la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia (Fearmaga).
Algunas empresas sí han precisado a La Voz cómo afrontan la crisis para evitar, por ahora, los despidos. En el origen de la cadena -aserraderos- Maderas Villapol (Lugo) y Hermanos García Rocha (A Coruña) han iniciado la supresión de horas extra y el adelanto de las vacaciones, además de reorganizar todos los puestos de producción. Ence -industria pastera de primera transformación- ha reducido los turnos y también ha apostado por las paradas en puentes y festivos (además de los adelantos vacacionales).
Molduras del Noroeste, en Cambre (A Coruña), es de las pocas firmas gallegas que, por ahora, ha recurrido a un ERE para ajustar su producción a la demanda: se trata de una regulación de empleo temporal en la que va rotando a la mayor parte de la plantilla de producción de la empresa. Por su parte, Moblegal, con sede en Pontevedra, está aprovechando la mayor disponibilidad de horarios para incidir en la formación de todos sus empleados.