Un agujero de 3.000 millones en Caja Castilla-La Mancha puede frustrar la fusión con Unicaja

R. S.

ECONOMÍA

24 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La absorción de Caja Castilla-La Mancha (CCM) por Unicaja puede complicarse con los resultados de la auditoría que está a punto de entregar a las dos entidades la consultora Pricewaterhouse Coopers sobre los números que presenta la firma manchega. Los resultados con los que se especula en la comunidad hablan de un agujero económico de 3.000 millones de euros motivados principalmente por las deudas que no pueden afrontar varios promotores y empresarios de esa comunidad. Principalmente se trata de créditos para la construcción y para el aeropuerto privado de Ciudad Real.

El PP, principal partido en la oposición, ya ha solicitado al Gobierno autonómico que aclare en el Parlamento autonómico en qué situación financiera se encuentra la caja. «Hasta ahora solo nos han dado largas», apuntaban ayer desde el grupo parlamentario popular.

De confirmarse esos números, que ni CCM ni Pricewaterhouse confirman, el primer proceso de fusión entre cajas de dos diferentes comunidades podría irse al traste. Porque Unicaja ya ha condicionado su entrada en función de los números del informe contable. La última previsión es que el consejo de administración de la caja vea los resultados el próximo 31 de marzo. Unicaja podría conocerlo incluso antes, a finales de esta misma semana. Y son esos mismos consejos los que deberán determinar la integración.

El Gobierno ha asegurado un desembolso del Fondo de Garantía de Depósitos para ayudar a la fusión. Pero se estima la ayuda de unos 500 o 700 millones de euros. Ese fondo está dotado con algo más de 7.000 millones. Y sanear por completo la caja supondría arrasar con la mitad de ese fondo, conforme a las primeras hipótesis que se manejan. «Es que tras esa caja, otras muchas que tuvieran problemas también pedirían un montante similar, y entonces el problema para el Banco de España sería tremendo», argumenta una fuente bancaria. Y Unicaja, una firma saneada, no parece dispuesta a romper sus cuentas por salvar a otra.