San José retrasa otro mes el acuerdo para desbloquear su deuda por flecos legales

La Voz

ECONOMÍA

25 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Al grupo San José, la mayor constructora gallega en activo, le está costando más de lo esperado desbloquear la deuda de 1.200 millones de euros que mantiene con un sindicato de nueve bancos (a los que adeuda 900 millones) y a título individual con el BBVA y Caja Madrid (que juntos suman créditos por valor de otros 300).

Tras frustrarse el cierre de la negociación el pasado diciembre, todo hacía prever que este mes se resolverían los problemas. Pero flecos legales impedirán sellar el acuerdo al menos hasta la primera quincena de marzo. Aunque las partes parecían haber llegado a un punto de entendimiento respecto a los compromisos futuros de la constructora y la aportación de garantías, la redacción del documento final separó de nuevo a las partes. Fuentes próximas a las conversaciones confirmaban ayer que el acuerdo se ha complicado, «ya que debe reflejar las posiciones de todas las entidades implicadas, para que no haya problemas a medio o largo plazo ni con los compromisos de pago ni con las obligaciones que asume la compañía».

Capitaneados por Barclays, el pull bancario le puso en enero las cosas difíciles al grupo que preside Jacinto Rey. Entonces impusieron un plazo de cinco días para que San José aceptase unas condiciones más duras y aportase nuevos activos en la operación. Entre ellos, y como exigencias irrenunciables, las acciones de Parquesol y Duch. La primera es la inmobiliaria adquirida en el 2006 para preparar la salida del grupo a Bolsa y que originó 900 millones de deuda. La segunda es la sociedad constituida con el BBVA para el desarrollo urbanístico del barrio madrileño de Chamartín.

El pulso lo ganaron los bancos. La constructora acabó cediendo y se abrió a que las entidades fiscalizasen el cumplimiento de su plan industrial y participasen de las decisiones estratégicas de la compañía en los próximos años.

También cedió como garantías los 142 megavatios admitidos a trámite por la Xunta en el concurso eólico gallego, un auténtico balón de oxígeno para Jacinto Rey en un delicado momento para su empresa.

Los problemas de Duch

Después, a Jacinto Rey se le enquistó también la macrourbanización de Chamartín, un proyecto de 16.000 viviendas y 10.000 millones llamado a revitalizar el negocio de la compañía. La sociedad adjudicataria del contrato, Duch (27,5% de San José y 72,5% del BBVA), solo tiene la concesión del 60% de los terrenos, pero no puede construir ni un solo piso mientras no compre los derechos de reversión del suelo de los 1.100 antiguos propietarios, que exigen 300 millones en indemnizaciones. Para desenquistar la situación, San José ha fichado a Pedro Pérez, secretario general del lobby constructor denominado G-10. Su misión a partir de ahora será negociar con los reversionistas el desbloqueo del proyecto, clave para el futuro de la compañía.