Como ya había avisado su presidente hace semanas, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer los tipos en el 2%. Pero, del discurso posterior de Jean Claude Trichet frente a la prensa, se pueden extraer varias pistas sobre cuál será el próximo movimiento de ficha de la institución.
En primer lugar, quiso dejar claro que en Europa, a diferencia de Estados Unidos, el precio oficial del dinero no llegará al 0%. «No es algo que nos hayamos planteado y no lo consideramos adecuado», enfatizó, antes de admitir que, sin embargo, lo excepcional de la situación podría obligarlos a adoptar «medidas inusuales». Para mostrar su aversión a unos tipos cercanos a cero insistió, como ya hizo tras la reunión de enero, en que no está dispuesto a dejarse atrapar en una «trampa de liquidez».
Por otro lado, de las palabras de Trichet se deduce, sin temor a equivocarse, que la máxima autoridad monetaria volverá a rebajar el precio del dinero en la reunión de marzo. Y en cuanto a la cuantía, lo lógico sería que aplicara un recorte de medio punto, ya que el presidente dijo ayer que «es más probable» un recorte de ese calado que uno de 0,25 puntos.
Advertencia
Además, Trichet quiso lanzar también un mensaje de prudencia al afirmar que el BCE velará por que las familias europeas no vean erosionado su poder adquisitivo (es decir, evitar que la inflación se dispare en un futuro). Y, finalmente, se mostró convencido de que ningún país de la eurozona se verá obligado a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional para afrontar la crisis, aunque sí dijo que, en algunos casos, serán necesarias «herramientas adicionales para ayudar a los bancos».
Y es que, Trichet dibujó un panorama económico muy sombrío para los próximos meses. Los últimos datos apuntan a «un crecimiento muy negativo del PIB en el cuarto trimestre del 2008», dijo. «Continuamos previendo una debilidad persistente de la actividad económica en la eurozona en los próximos trimestres», añadió.
El BCE anunciará el mes próximo su nueva previsión de crecimiento. Hasta ahora, la institución pronostica una contracción media de 0,5% del PIB en el 2009.
El que sí recortó los tipos ayer fue el el Banco de Inglaterra. Y lo hizo hasta un mínimo del 1%, el nivel más bajo en los 315 años de historia de la institución. En octubre, el precio del dinero estaba en el Reino Unido en el 5% y, desde entonces, la autoridad monetaria británica ha aplicado sucesivas rebajas en su intento de estimular la maltrecha economía del país y combatir la recesión.