PSdeG y BNG quieren que en las cajas haya representantes de la Xunta o el Parlamento

ECONOMÍA

28 ene 2009 . Actualizado a las 12:24 h.

La hipotética reedición del bipartito supondrá un cambio en la forma en que se eligen los consejos de administración de las cajas de ahorro. Tanto PSdeG como BNG llevan en su programa fórmulas para tocar la Lei de Caixas y revisar los mecanismos de representación en sus órganos gestores, de forma que haya en los mismos representación autonómica.

Actualmente, en los consejos de las cajas están presentes corporaciones locales, y su peso está limitado a un 25%, cifra que está por debajo de la media española. Fuentes del sector financiero consideran «preferible» que no se traspase esa barrera, y menos en tiempos de turbulencias. Pero los partidos políticos no están del todo de acuerdo. La propuesta más concreta es la del Bloque. Los nacionalistas plantean en su programa una reforma de la estructura, composición y funcionamiento de los órganos rectores, que permita la presencia de representantes designados por el Parlamento de Galicia, como mínimo en una proporción del 10%. La propuesta del BNG, explican las fuentes consultadas, iría en la línea de lo que acaba de hacer Esperanza Aguirre en Madrid: más poder al Parlamento y menos a los ayuntamientos. El Bloque apenas tiene presencia en los consejos de las cajas (dos sillas en el de Caixanova y ninguno en Caixa Galicia) y pretende conseguirla a través de su cuota en O Hórreo.

El PSdeG, por su parte, también apuesta por que la comunidad esté representada, a través del Gobierno de la Xunta o del Parlamento. «Actualmente -explica Xaquín Fernández Leiceaga-, deixar fora ao poder autonómico non responde á realidade. As caixas galegas, porque elas o quixeron, xa non son provinciais nin locais». No obstante, los socialistas no plantean más control político, «senón adaptar esta cuota á realidade».

El programa del PPdeG va en sentido opuesto. Incluye, sí, una nueva ley, y propone una reforma de los órganos de gobierno, pero precisamente para que se les dé más poder a los impositores, de modo que estos estén representados por consejeros independientes, con un perfil más profesional que político, según explica Pedro Puy Fraga.

Los tres partidos también llevan en su programa la creación de nuevos órganos de ayuda a la empresa. El Bloque apuesta abiertamente por un Instituto Galego de Crédito e Investimento, dependiente directamente del Gobierno de la Xunta, que preste dinero a las empresas de la comunidad y sostenga sectores estratégicos en tiempos de crisis.

El PP propone un único órgano que aglutine el apoyo público al tejido empresarial, pero rechaza que sea un banco público. «Técnicamente, la Xunta no está preparada para hacer análisis de riesgos, eso ya lo hacen los bancos, y además supondría meter al tesoro gallego en tensiones de morosidad», explica Puy Fraga. Además, «dejaría la decisión de a quién se da un préstamo en manos políticas, lo que iría en contra del libre mercado y la competitividad».

El PSdeG proyecta la creación del Instituto Galego de Finanzas e Promoción Económica, que racionalice lo que hacen actualmente varias entidades y tenga nuevas funciones. ¿Entre ellas dar préstamos? Leiceaga explica que no: «Non cremos nun banco público que compita cos bancos comerciais».