El Reino Unido se adentra en la peor recesión en más de medio siglo

Manuel Allende

ECONOMÍA

24 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El 23-E pasará a la historia como el día en el que el Reino Unido entró oficialmente en la peor recesión de los últimos sesenta años y en la primera desde 1991, al confirmase el segundo trimestre consecutivo de contracción del producto interior bruto (PIB). En el último cuarto del 2008, la economía británica cayó un brutal 1,5%, un porcentaje mayor de lo esperado y una cifra que no se recordaba desde 1980. De poco sirvió que el ministro de economía, Alistair Darling, pidiera tiempo muerto a los ciudadanos para que funcionen las medidas aplicadas por el Gobierno, y que el propio primer ministro, Gordon Brown, afirmara que, a pesar de tratarse de una recesión «como jamás se ha visto antes, existen motivos para la esperanza.» La consecuencia inmediata fue una impresionante caída del valor de la libra, que se deslizó hasta los niveles más bajos frente al dólar desde 1985.

Los más agoreros vaticinaban una contracción de la economía para el cuarto trimestre que alcanzaría el 1,2%. Pero el 1,5%, que es la continuación de la caída del 0,6% sufrida por el PIB en los tres meses previos, ha sorprendido incluso a los más pesimistas.

El descenso coloca el descalabro interanual del producto interior bruto en el 1,8%. En la City londinense se teme que el 2009 sea aún peor que el 2008, y pronostican que la economía registrará una contracción de entre el 2 y el 3%, lo que supondría el recorte más grave desde la Segunda Guerra Mundial, semejante al de 1931.

Actividad industrial

El sector industrial fue el principal causante del traspiés con un recorte en su actividad del 4,6%, mientras que los servicios cayeron casi un 1% y el sector hostelero un 2,4%. El mercado financiero se contrajo un 0,5%. A pesar de que desde octubre pasado el Banco de Inglaterra ha aplicado varias rebajas a los tipos de interés -hasta situarlos en el 1,5%, la cifra más baja en la historia de la entidad-, su actuación no parece haber calmado la preocupación de los mercados.

Y como resultado de ello, la cotización de la libra volvió a caer ayer en picado, hasta los 1,350 dólares, sus mínimos en más de 23 años. En las últimas cinco sesiones, la divisa británica se ha dejado en el camino casi un 8%, el mayor descenso semanal en tres meses, en concreto desde octubre.

La debilidad de la libra permite al euro dar un nuevo paso hacia su paridad: ayer avanzó hasta las 0,94 libras.

Paro

Con todo, y ante el deterioro de la actividad económica, el número de personas sin trabajo ha aumentado en los dos últimos meses en 161.000, lo que eleva la cifra total de parados hasta los 1,92 millones. Se espera que el ejercicio termine con tres millones de desempleados.

El ministro de Economía quiso lanzar ayer un mensaje de esperanza entre tanta marejada. Así Darling indicó que la economía británica comenzará a recuperar el pulso en el verano, y acusó de la contracción al descenso en la producción y las exportaciones. Respecto a la elevada deuda que tendrá que asumir el Estado para financiar las medidas anticrisis adoptadas por el Gobierno, Darling afirmó: «Tenemos que asegurarnos de que podemos vivir dentro de nuestras posibilidades a medio plazo y comenzar a recaudar dinero a medida que comencemos la recuperación», y agregó: «Hay dos partes en mi propuesta [anticrisis] del año pasado, apoyar la economía, pero también asegurarnos de que podemos pagarlo».

Mientras, Brown realizaba un ejercicio de márketing al indicar ante los micrófonos de la BBC: «Todas las recesiones vividas por este país en los últimos 60 años han sido causadas por la inflación propia, salarios fuera de control o por tener que elevar los tipos de interés, pero esta es completamente distinta, diferente a todo lo que podemos reconocer ya que procede de una crisis bancaria global por una práctica prestamista irresponsable».