Caixanova, primer adjudicatario del concurso, llegó al negocio eólico a partir de un embargo

ECONOMÍA

24 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El primer adjudicatario del concurso eólico de la Consellería de Industria llegó al negocio del viento un poco por obligación. Las autorizaciones para desarrollar los primeros 115 megavatios de Eólica Galenova en Galicia correspondían a un plan de la época del PP que tenía el empresario Amador Castro, propietario del grupo Portvigo (Enviroil, Petrovigo). El industrial había puesto la adjudicación de molinos como garantía ante la caja y en octubre del 2005 la entidad que preside Julio Fernández Gayoso se quedó con los activos eólicos del grupo.

La operación no acabó con los problemas financieros de Castro, que mantiene varias empresas del holding Portvigo (Limpoil, concesionaria de la retirada de residuos en el puerto de A Coruña; Enviroil, la planta de tratamiento de As Somozas, o el hotel Río do Pozo de Narón) al borde del cierre, con los empleados acudiendo a su puesto de trabajo pero sin actividad.

Meses antes de la compra de las concesiones eólicas de Amador Castro, Caixanova ya había entrado indirectamente en el sector al comprar, por 60 millones de euros, al grupo madrileño Elecnor, el 30% de Enerfin Enervento, propietaria del mayor complejo eólico de España: Faro Farelo, 130 megavatios repartidos en cuatro parques situados entre los municipios lucenses de Chantada, Carballedo y Antas de Ulla, y los pontevedreses de Agolada y Rodeiro.

Caixanova acudió al concurso de la Xunta a través de las dos sociedades. Por un lado, con Enervento aspiraba a 964 megavatios. Ninguno de los anteproyectos recibió concesiones, e incluso cuatro fueron excluidos sin llegar a ser puntuados por no ser visados en el plazo exigido. Eólica Galenova fue en cambio la principal beneficiada del concurso, con 235 megavatios, un 10% de la potencia en liza.

La sociedad está participada en un 67% por Caixanova y en un 33% por Galebán Energía. Esta firma es unipersonal, y propiedad al 100% del Banco Gallego, entidad de la que Caixanova tiene un 49,78%. Galenova, que también participa en proyectos de energía solar, como la planta ourensana de T-Solar, está dirigida por Alarde, una compañía madrileña especializada en el desarrollo y explotación de proyectos de energías renovables.

Tecnología gallega

La empresa se ha comprometido a implantar en Galicia un nuevo tecnólogo para fabricar molinos con sello gallego. La firma asegura ser capaz de producir el 25% de los componentes, una de las asignaturas pendientes del sector gallego del viento, que importa de fuera prácticamente toda la tecnología. Además, Galenova completa su oferta industrial con proyectos de cableado de fibra óptica, inversiones para reforzar la electrificación en el medio rural y mejoras en las instalaciones de agua en diferentes áreas de la comunidad.