Trichet augura un fuerte bajón de la economía este año y un importante repunte en el 2010

Arantxa Íñiguez

ECONOMÍA

13 ene 2009 . Actualizado a las 12:12 h.

Los bancos centrales de los países más industrializados del planeta (G-10) prevén un debilitamiento mayor del PIB mundial este año 2009 y una recuperación notable en el 2010. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) y portavoz del G-10, Jean-Claude Trichet, dijo ayer que «la economía global se ralentizará significativamente en el 2009» y que los países industrializados tendrán probablemente cifras de crecimiento negativas este año. Tras una reunión en la ciudad suiza de Basilea de los gobernadores de los bancos centrales de los países del G-10, Trichet añadió que hubo consenso al considerar que el «2010 debería ser el año de la recuperación».

El máximo responsable del BCE también especificó que en el encuentro no se habló de acciones coordinadas. Los planes de apoyo para el sector financiero aprobados por los Gobiernos y las medidas adoptadas por los bancos centrales han impedido que los mercados internacionales se derrumben, dijo Trichet. No obstante, las principales entidades monetarias del mundo observan que estas decisiones y medidas no han sido descontadas completamente en los mercados financieros, según Trichet, que destacó que el reciente abaratamiento de las materias primas apoyará el crecimiento. «La caída de los precios del petróleo y de otras materias primas ha sido sustancial y es un estabilizador progresivo a nivel global», dijo.

Confianza

«En la situación actual, más que nunca, la confianza es esencial, ya que gran parte de la ralentización que hemos observado proviene de un deterioro de este canal», según Trichet, quien añadió que «por ello es importante que todas las autoridades, incluidos los bancos centrales, hagan lo apropiado para preservar y reforzar la confianza».

Desde el inicio de la crisis financiera, en agosto del 2007, los bancos centrales han introducido liquidez extraordinaria en los diferentes mercados de dinero para evitar una escasez de liquidez. A su vez, las entidades monetarias han bajado los tipos de interés de forma radical con el fin de impulsar el crecimiento económico.

Tras la quiebra de Lehman Brothers a mediados de septiembre del 2008, se produjo una intensificación de la crisis financiera y los tipos de interés se dispararon en el mercado interbancario. El 8 de octubre del 2008, el BCE bajó el precio del dinero en 50 puntos básicos, en una acción coordinada con la Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco de Inglaterra y los bancos centrales de Suiza, Suecia y Canadá. La Fed redujo los tipos posteriormente de forma drástica hasta dejarlos el pasado diciembre en un rango de entre el 0 y el 0,25%, un nivel históricamente bajo. El Banco de Inglaterra recortó la semana pasada la tasa rectora en medio punto, hasta dejarla en el 1,5%; y el Banco Central Europeo, cuyo consejo de gobierno se reúne pasado mañana para analizar la situación económica y decidir la dirección inmediata de la política monetaria de la eurozona, podría estar preparando una nueva rebaja del precio oficial del dinero.