La falta de sardina obliga a la cofradía de Sada a despedir a sus trabajadores

ECONOMÍA

La sociedad llega a su fin sin deudas, pero sin liquidez para afrontar el finiquito de sus cuatro empleados

22 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La cofradía de Sada pone fin a su actividad después de un pésimo año en la captura de sardina, su verdadera razón de ser. Tras esperar varias reuniones con la Consellería de Pesca, finalmente infructuosas, la junta general de la cofradía sadense -formada por seis armadores, seis marineros y el patrón mayor-, optó en la mañana del sábado por disolver su labor, lo que implica el despido de sus cuatro trabajadores. Se da así carpetazo a una sociedad que generó gran riqueza en la comarca con jornadas en las que se llegaron a descargar hasta un millón de kilos de sardinas. De hecho, el de Sada llegó a ser «puerto testigo» en la captura de sardina en la Unión Europea en los años ochenta.

«Pero o caladoiro está moi pobre, non sei a razón pero non cabe dúbida de que o Mar Egeo , o Prestige , o Urquiola e incluso a caída do vertedoiro de Bens arrasou coa pesca da sardiña», lamenta el patrón mayor de la cofradía, Andrés García Boutureira.

Afectado por el cierre, el patrón habla de «un ano fatal con escasez de sardiña», algo que los ocho barcos de la cofradía comenzaron a notar en el mes de mayo, «e nos meses de verán saltou a alarma». Para minimizar los daños, algunas naves de Sada han acudido a las zonas de Portosín o Burela.

En cuanto las capturas se redujeron de forma drástica, la cofradía llamó a la puerta de la Consellería de Pesca. El 31 de julio solicitó una entrevista con el secretario xeral, y reiteraron la petición el 12 de agosto. Finalmente, a principios de septiembre los recibió el secretario xeral de la Consellería de Pesca e Asuntos Marítimos, Miguel Ángel López Sieiro. «Pero ese día só nos dixo que o primeiro paso era facer unha auditoría para saber como estabamos», apunta García Boutureira. Y aquel paso se retrasó hasta el 10 de noviembre. El 4 de diciembre hubo una segunda entrevista con el mismo representante de la consellería. «Díxonos entón que non había cartos para nos axudar e só poderían facer unha intervención na cofradía». Pero en cuanto indagaron sobre en qué consistía la intervención, el patrón mayor y sus compañeros optaron por no dar ese segundo paso. «Dicían que non se pagarían soldos, que o único que eles iban facer era autorizar os pagos pero que se evitarían os embargos», explica Andrés García. «¿Quen pagaría aos empregados? Seriamos nós mesmos, e o que non podemos facer é dicirlle aos traballadores ''ti traballa que non vas cobrar''».

Sin liquidez

De este modo, la cofradía decidió el sábado presentar un expediente de despido colectivo por falta de ingresos. Los pagos están al día, no hay deudas con Hacienda, pero tampoco liquidez para afrontar los finiquitos de los cuatro empleados (un administrativo, dos miembros de la lonja y un operario de la fábrica de hielo). «Se a Xunta nos di desde o primeiro momento o que había nós xa teríamos tomadas estas medidas hai meses e os traballadores poderían cobrar os seus finiquitos pero o que se nos fixo foi perder o tempo», añade resignado el patrón mayor.

El día primero de diciembre, Andrés García coincidió con la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, en la firma de un convenio para adaptar las cofradías a los medios informáticos. «Díxenlle como estabamos e me respostou que o tería en conta», recuerda el patrón de Sada.

Tampoco la alcaldía de la localidad coruñesa ha asomado al problema. «Aquí os alcaldes só nos chaman para o día do Carme», concluye Andrés.