La OPEP aplica un histórico recorte del bombeo, y el mercado lo pasa por alto

ECONOMÍA

18 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Llevaban días avisando de que actuarían con contundencia y así lo hicieron. Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordaron ayer un drástico recorte de su producción en un desesperado intento de poner coto a la sangría de los precios del crudo, que acumulan ya un retroceso de más del 70% respecto a los máximos históricos alcanzados hace tan solo cinco meses. A partir de enero, el grifo del cartel dejará de arrojar al mercado 2,2 millones de barriles diarios, lo que supone la mayor rebaja de la historia de la organización. Hasta ahora, la más importante -de 1,72 millones- era la aplicada en 1999, tras la tormenta que hundió a las economías asiáticas en el abismo y dejó los precios del oro negro en diez dólares.

En la declaración final de la reunión, la OPEP subraya el «firme compromiso» de los socios de reducir sus respectivas producciones «en las cantidades individuales pactadas», y garantiza que proporcionará «un suministro regular de petróleo a las naciones consumidoras», pero advierte que utilizará todos los medios a su alcance para mantener las cotizaciones del crudo en niveles «justos y equitativos». De hecho, el texto insta incluso a los productores que no forman parte de la organización a «cooperar» con ella «para apoyar la estabilidad del mercado petrolero», y confirma que la próxima reunión será en Viena el 15 de marzo del 2009.

Apoyo de Rusia

Rusia, que participó en la cumbre como invitada, anunció que recortará su producción en 320.000 barriles diarios, y Azerbaiyán, por su parte, prometió que retirará del mercado otros 300.000, con lo que el mensaje salido de la mediterránea ciudad de Orán es que el suministro mundial cae un 3,25%.

El de ayer es, además, el tercer recorte que decide el cartel desde el pasado mes de septiembre. En conjunto, la reducción ha sido de 4,2 millones de barriles diarios en ese corto espacio de tiempo. En esta última tanda, el mercado apostaba por que el cartel decidiera que sus pozos dejaran de bombear dos millones. «Hemos ido más allá de lo pronosticado. Esperamos haberlos sorprendido», manifestó al término de la reunión el presidente de turno de la OPEP y ministro argelino del sector, Chakib Jelil.

Y, puede que la decisión causara sorpresa en las mesas de operaciones, pero, evidentemente, la organización aspiraba a más, especialmente a frenar el derrumbe, y en este capítulo todos sus esfuerzos fueron en vano. De hecho, el barril de brent -la referencia en Europa- despidió la jornada en 45,53 dólares, un 2,4% por debajo del cierre de la víspera. Es más, en el transcurso de la sesión llegó a pagarse a un mínimo de 45,3 dólares. Similar fue la caída que sufrió el precio del west texas -referente para el mercado estadounidense-, que descendió hasta los 40,06 dólares, el nivel más bajo de los últimos cuatro años y medio.

Caída de la demanda

Y es que los vientos de recesión que soplan en el mundo no presagian nada bueno tampoco para los intereses de los países productores de oro negro. Con las naciones consumidoras sumidas en una profunda depresión económica, la demanda de petróleo no hará otra cosa que disminuir, advierten los expertos.