El grupo San José está acuciado por una deuda de 1.200 millones de euros (200.000 millones de pesetas) que pidió prestados en julio del 2007 a un sindicato formado por nueve entidades bancarias para comprar la inmobiliaria vallisoletana Parquesol. El desplome en bolsa de los títulos de esta compañía, unido al parón de la construcción, ha obligado al constructor gallego a renegociar su deuda con estos nueve acreedores, para evitar tener que acogerse a una suspensión de pagos.
Los más de 700 megavatios que pide Constructora San José en su proyecto en solitario podrían tener un valor de mercado superior a los 700 millones de euros y, una vez que estuvieran conectados a la red, podrían facturar anualmente más de 150 millones. El concurso de la Xunta impide que los adjudicatarios vendan la potencia autorizada antes de que los parques estén operativos. Una vez en funcionamiento, las operaciones solo serán posibles si las autoriza la consellería. No obstante, los grandes operadores reciben a diario ofertas de venta, tanto de aerogeneradores que ya están en funcionamiento como de posibles proyectos surgidos de la actual subasta de la Xunta.