Zapatero a Sarkozy: «Te daré todo lo que me pidas»

Agencias

ECONOMÍA

15 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Zapatero ya está en Washington y todo el mundo tiene claro que gracias al presidente francés, Nicolas Sarkozy. Lo que no está claro, sin embargo, es si su mediación ha sido desinteresada o si el mandatario galo pretende algo a cambio de ceder a España la silla que le corresponde a Francia en la cumbre como miembro del G-8. Y ello a pesar de que en sus declaraciones públicas siempre ha asegurado que la asistencia española a la cumbre era algo «de sentido común».

Sin embargo, una información publicada ayer en el diario francés Le Figaro -muy cercano a Sarkozy- podría arrojar cierta luz sobre la cuestión. Según el rotativo, que reconoce que su fuente es un familiar del presidente francés, el jefe del Ejecutivo español le dijo: «Te daré todo lo que me pidas si estoy en la reunión». El periódico relata que la tarea de garantizar la asistencia de España y los Países Bajos a la cita de Washington, algo a lo que se oponían los estadounidenses, recayó en Jean-David Levitte, consejero diplomático del líder francés. Una vez conseguida la misión, Sarkozy se lo hizo saber a todos sus interlocutores: «He logrado que entren en el G-20 la octava y la decimoquinta economía del mundo. ¡Ahí es nada!». «Zapatero está encantado. Le dijo: "Te daré todo lo que me pidas"», narró a Le Figaro el familiar de Sarkozy.

El diario desvela también que la fecha elegida para la reunión no es fruto del azar. Tiene una lectura en clave doméstica. Y es que cuando, el 18 de octubre pasado, Sarkozy sugirió al presidente estadounidense en Camp David establecer la cita el 15 de noviembre ya sabía que coincidiría con el Congreso del Partido Socialista francés, evento que quedará sin duda eclipsado por la cumbre.

En cuanto a la postura europea, Sarkozy cuenta con presentar un frente relativamente unido. De hecho, en el Elíseo restan importancia a las presuntas fricciones con Alemania. Unas diferencias que, sin embargo, Angela Merkel y su alergia a los achuchones del presidente francés personifican a la perfección.