Las bolsas ignoran al BCE, presas del pánico a una profunda recesión

ECONOMÍA

07 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La espectacular remontada protagonizada por las bolsas en la última semana, a lomos de las elecciones estadounidenses y del recorte de tipos de la Reserva Federal, tuvo ayer un abrupto final. El sueño de que por fin había llegado la recuperación se quedó solo en eso. Y el despertar no pudo ser más amargo: después de seis sesiones consecutivas al alza, en las que llegó a atesorar una subida del 23%, el Ibex volvió a las andadas y se dejó la friolera de un 6,27%, el séptimo varapalo más importante de su historia.

Los datos macroeconómicos, el desolador panorama que pintan organismos de la talla del Fondo Monetario Internacional y los últimos resultados empresariales publicados han devuelto a los inversores a la cruda realidad y el miedo a una contracción económica profunda y duradera campa otra vez a sus anchas sobre las mesas de operaciones. Y eso que el Banco Central Europeo (BCE) cumplió ayer con el guión y recortó medio punto el precio oficial del dinero en un nuevo intento de combatir la temida recesión. Su decisión no solo dejó fríos a los ahorradores, sino que, a decir de muchos, supuso incluso una decepción. Y es que, para algunos, la autoridad monetaria europea se quedó corta, sobre todo en comparación con el tijeretazo de 1,5 puntos -hasta el 3%- que aplicó el Banco de Inglaterra. La maniobra británica se conoció unos 45 minutos antes de que el BCE anunciara su decisión y, durante ese tiempo, el mercado albergó la esperanza de que la rebaja del precio del dinero en la eurozona fuera más allá del medio punto esperado. De hecho, tras conocer la medida adoptada por el banco central británico, el Ibex redujo drásticamente las pérdidas acumuladas hasta ese momento ?-pasó de caer un 4% a retroceder menos de la mitad-, pero tan pronto como se hizo público el resultado de la reunión del consejo de gobierno del BCE, las ventas recobraron el ímpetu perdido. Y, así, hasta el final de la jornada.

Castigo a los pesos pesados

Ni uno solo de los valores que componen el principal indicador de la Bolsa española logró escapar a las pérdidas. Pero el castigo fue especialmente intenso para los pesos pesados del mercado. BBVA y Santander se dejaron en el camino más de un 6% cada uno, mientras que las acciones de Telefónica perdieron un 5,47% de su valor. Más abultado aún fue el varapalo que encajó Repsol, del 8,51%. Y eso que la petrolera anunció ayer que ha llegado a un acuerdo con el Gobierno de Ecuador para permanecer en el país hasta el 2018.

Para el resto de las plazas europeas la jornada dejó también recortes superiores al 6%, salvo en el caso de Londres, que bajó un 5,7%. París retrocedió un 6,38% y Fráncfort, un 6,84%.