Un nuevo traspié del sector bancario coloca el Ibex a un paso de sus mínimos del año

M. M.

ECONOMÍA

26 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Después de la fiesta del viernes, llegó la resaca. El panorama no está para grandes alegrías en el sector financiero, sobre todo al otro lado del Atlántico, y la sombra de una crisis que no remite pesa, y mucho, sobre las cotizaciones de las entidades europeas.

Así, las cosas, la banca volvió a ser ayer, tras el fuerte repunte protagonizado en la sesión precedente, el objetivo principal de las ventas. Y no era para menos con la quiebra del pequeño banco estadounidense Columbian Bank, las posibles pérdidas de 2.400 millones de dólares de la aseguradora AIG por la crisis hipotecaria (según los analistas de Credit Suisse) y las dificultades para encontrar financiación de Fannie Mae y Freddie Mac -la operación de salvamento del Gobierno parece cada vez más inevitable- planeando sobre las mesas de operaciones.

Con este telón de fondo, el Ibex 35 se dejó en el camino un 1,48%, para despedir el día muy cerca de los 11.300 puntos y de los niveles más bajos del ejercicio. Cerró en 11.327,10. Ni una sola de las entidades financieras que forman parte del principal indicador del mercado español se salvó de la quema: el Santander perdió un 2,58%, el BBVA bajó un 1,44%, el Popular retrocedió un 2,28%, Banesto se dejó un 2,28%, Bankinter perdió un 1,61%, y el Banco Sabadell, un 1,51%.

Tampoco le fueron mucho mejor las cosas a las constructoras. Dentro del Ibex, ACS fue el farolillo rojo de la jornada, con un retroceso del 2,65%, envuelta en los rumores de que podría estar ultimando la compra de la alemana Hotchief, de la que ya posee un 25% del capital, con las plusvalías obtenidas de la venta de Unión Fenosa a Gas Natural.

La mejor parte se la llevaron las compañías energéticas. De hecho, dos de ellas, Enagás y Endesa fueron, junto con Iberia, los únicos valores del indicador que cerraron en terreno positivo.