Bancos y cajas españoles, las siguientes víctimas de la crisis, según «The Wall Street Journal»

Efe

ECONOMÍA

13 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los bancos españoles, y en especial las cajas de ahorros, podrían ser los próximos en sufrir los estragos de la crisis financiera que ha vapuleado ya a la banca estadounidense, según el diario económico The Wall Street Journal . «Con la quiebra inmobiliaria pasando factura a los constructores españoles, los propietarios y el conjunto de la economía, la previsión es sombría, especialmente para las cajas de ahorros locales, que generan cerca de la mitad de los préstamos y depósitos nacionales», aseguraba ayer el periódico en la portada de su cuadernillo sobre dinero e inversión.

En ese sentido, recordaba que la agencia Moody's rebajó la semana pasada las calificaciones de riesgo de cinco grandes y medianas cajas ante el «rápido deterioro de los indicadores de la calidad de sus activos». El diario añadía que en la caída del 35% del beneficio del banco británico Barclays en el primer semestre del año influyó claramente la anotación de 103 millones de libras en amortizaciones para cubrir pérdidas relacionadas con los mercados inmobiliario y constructor españoles.

La firma Keefe, Bruyette & Woods también ha expresado, según detalla el diario, su preocupación expresa por la situación del Banco Popular y del Sabadell, en parte porque ambos sectores suponen para los dos cerca de una quinta parte de sus carteras crediticias.

Sin embargo, el diario asegura que el Santander y el BBVA están en una «relativa buena situación para capear la tormenta, según los analistas, gracias a sus boyantes beneficios en Latinoamérica». Además, «en un escenario de pesadilla [pérdidas del 50% en créditos a promotores inmobiliarios), la firma Dresdner Kleinwort calcula que el único de los cuatro mayores bancos españoles que agotaría sus provisiones y se vería forzado a recaudar capital sería el Banco Sabadell.

El importe de créditos impagados alcanzaría ya los 27.800 millones de euros, lo que supone un 1,5% del total y más del doble que hace un año, según el periódico, que cita los problemas de Martinsa-Fadesa como «una señal de mal agüero».