| La posible entrada de Gas Natural en el accionariado de Unión Fenosa podría cambiar de arriba a abajo el mapa gasístico gallego, puesto que la operación podría concluir con la división de gas de la eléctrica, en la que se encuentra encuadrada la regasificadora de Reganosa en Mugardos, en manos de la italiana Ente Nazionale de Idrocarburos (ENI). Gas Natural informó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de que ha iniciado contactos con la constructora ACS para la venta de su participación (45,3%) en Fenosa.
El comunicado, elaborado a petición del regulador, se produjo 24 horas después de que un informe publicado por el banco holandés Fortis situase a la gasista con sede en Barcelona como uno de los potenciales compradores de la operadora que Florentino Pérez ha sacado a subasta. Según la entidad financiera, Gas Natural solo compraría el negocio eléctrico, mientras que vendería a ENI Unión Fenosa Gas, que ya está participada al 50% por la compañía italiana.
La firma catalana no tiene fortaleza suficiente como para comprar el 100% de Fenosa, y además, al ser el primer productor de gas de España estaría obligada a efectuar desinversiones en ese sector para evitar problemas de competencia. En ese caso, la italiana sería la primera compañía con opción de compra de los activos, ya que en su acuerdo con Fenosa se refleja que, si se modifica la titularidad de una de las firmas, la otra tiene prioridad en su adquisición.
Fuentes próximas a la operación de venta de la eléctrica explicaron ayer que la intentona de Gas Natural tendrá éxito si es «rápida y no se espera a la puja, en la que participarán operadores con mucha más capacidad». Las mismas fuentes consideran muy difícil la opción gallega: «Lo lógico es que vendan todos y arreglen su balance». No obstante, aseguran que habría más opciones de una alianza entre el capital gallego y la gasista catalana que si el comprador fuese un gigante europeo.
Un informe publicado ayer por el banco estadounidense Citigroup confirma que la compra de Unión Fenosa «encaja en los planes de Gas Natural», pero que esta no es la «jugada ideal» para la firma que preside Salvador Gabarró. Además, la entidad financiera advierte que Gas Natural solo se hará con Fenosa si los gigantes europeos EDF o EOn deciden no sumarse a la puja.
Esta no es la primera vez que el futuro de Reganosa depende de una operación a gran escala en el sector eléctrico español. En el 2005, la propuesta de desembarco de Gas Natural en Endesa -que llegó a aprobarse en Consejo de Ministros- suponía en la práctica el desmembramiento de los activos de la eléctrica gallega en tres partes, de forma que la central térmica de As Pontes pasaría a manos de Iberdrola, la participación en Reganosa se vendería a otra sociedad -entonces sonó con fuerza la posibilidad de que la adquiriese Enagás-, mientras que el resto del negocio, como la división eólica, pasaría a manos de la gasista catalana.
Ahora, de materializarse la compra de Unión Fenosa, su cuota en la planta de gas de la ría ferrolana -que en estos momentos está presidida por el directivo de Unión Fenosa Javier Fernández- pasaría a estar controlada por los italianos, que serían los segundos accionista extranjeros de la compañía, en la que también tiene un 10% del capital la argelina Sonatrach.
No obstante, no parece previsible que el cambio en el accionariado vaya a trastocar ni el funcionamiento ni los planes de futuro de la sociedad promotora de la planta de gas. Es más, ENI ya se sienta en el consejo de administración de Reganosa, ya que tiene dos de los cuatro consejeros de Unión Fenosa Gas, por lo que no solo conocen el negocio por dentro, sino que participan en la toma de decisiones.
Si bien en el ámbito de la regasificación y la generación Gas Natural no tiene presencia en Galicia, en la comercialización es el primer operador en la comunidad, en la que atiende a seis de cada diez clientes y espera cerrar el año con 200.000 abonados. Unión Fenosa aún no alcanza el 13% del mercado.