Tras varias semanas de negociaciones, el grupo Marsans venderá finalmente al Estado argentino las dos compañías aéreas, Aerolíneas Argentinas y Austral. La operación de acoso y derribo que el Gobierno de los Kirchner impuso sobre el grupo empresarial español llegó a su punto máximo el pasado viernes, cuando el Ejecutivo exigió a la compañía que explicara, en el documento conjunto de transacción, que decidía vender por las dificultades que enfrentaban internamente al grupo.
Los españoles, por su parte, solo querían un documento de venta comercial. Marsans era propietaria del 94,6% de Aerolíneas y del 97% de su empresa filial, Austral. A pesar de haber cerrado la venta, las disputas se centran ahora en el valor de la aerolínea. La deuda es uno de los puntos sobre los cuales el Gobierno argentino y Marsans todavía no han logrado ponerse de acuerdo. Desde la Casa Rosada trascendió que la deuda estaba en torno a los 600 millones de euros. Sin embargo, fuentes que tienen acceso directo a los expedientes internos de la compañía, aseguraron ayer que solamente hay 160 millones de euros de deuda que deben pagar a corto plazo. Y el resto corresponde a otro tipo de pasivos.
Una deuda muy repartida
Según esas mismas fuentes, en la documentación que circula dentro del directorio de Aerolíneas, el pasivo global es de 593 millones. Pero advierten que no significa que ese pasivo sea todo deuda. Y de esta cifra, casi la mitad -74,6 millones de euros- corresponderían a deuda bancaria, que representa el 12,5% del pasivo total y el 8,5% de la facturación de la compañía durante el 2007. Otros 126 millones de dólares del pasivo corresponden a compra de aviones. Una parte similar, de 98 millones, corresponden a previsiones de deuda, que son contingentes y no necesariamente exigibles. En el pasivo, se incluye también por valor de 96 millones los billetes vendidos que están pendientes de uso. Esta parte de la deuda desaparecerá a medida que se vayan utilizando, y se contarán como un activo a la hora del balance. Una última parte, que ronda los 40 millones, se reparten entre la deuda interna de la compañía con otras empresas del mismo grupo y la del concurso preventivo de acreedores.
Nacionalizar
Ante la posible transferencia de las acciones del grupo español hacia el Gobierno de Cristina Fernández, Marsans quiere establecer como condición que la deuda real sea determinada por la Justicia, por lo que la operación se demorará más de lo previsto.
El secretario de Transporte argentino aseguró ayer que no quieren la nacionalización de la compañía aérea como hizo el presidente venezolano Hugo Chávez con la metalúrgica Sidor de capital argentino.
Pese a que el conflicto parece cerrado, durante el fin de semana y ayer Aerolíneas Argentinas y Austral volvieron a suspender numerosos vuelos con el perjuicio hacia los pasajeros, que dan muestras de cansancio tras varios días de caos en los aeropuertos.
El Estado argentino desembolsará el próximo viernes más de 10,6 millones de euros para pagar los salarios atrasados y el combustible, así como para asegurar las continuidad de ambas compañías.
La compañía aérea no ha podido pagar la nómica de junio a sus empleados, ya que el Gobierno de Cristina Fernández no solo le ha bloqueado los créditos del banco oficial Nación, sino que también ha puesto en contra de la firma española a la banca privada del país.