Bill Gates se dedicará desde hoy a labores benéficas después de 33 años al frente de Microsoft

Óscar Santamaría

ECONOMÍA

28 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Bill Gates pasó ayer su último día en el despacho desde el que levantó el imperio Microsoft. Quien fue durante más de un decenio el hombre más rico del mundo ha abandonado el día a día del gigante que creó junto a Paul Allen en un garaje en 1975 para dedicarse a otra de sus grandes pasiones: la filantropía.

Gates se ha prejubilado con 52 años y con una cuenta corriente de 58.000 millones de dólares. Junto a su esposa Melinda, se dedicará ahora a labores benéficas en todo el mundo a través de la fundación que lleva sus nombres, tal y como ya anunció hace dos años. El empresario, uno de los cinco hombres más conocidos del mundo, deja Microsoft en un momento crucial para el mundo de los ordenadores e Internet. El fabricante de software se ve cercado por el dominio de Google en la Red y por su rival Apple, cada vez más popular. El encargado de hacer frente a esta nueva era, de adaptarse a la realidad actual, será Steve Ballmer, consejero delegado desde el 2000 y mano derecha de Gates, quien seguirá siendo presidente de la compañía y su principal accionista.

Mucho se ha hablado sobre el futuro de Microsoft en los últimos tiempos. Si bien es cierto que las autoridades europeas y estadounidenses no le quitan el ojo de encima por prácticas monopolísticas y que su último producto, el Windows Vista, no ha cubierto las expectativas, la compañía que mimó Gates controla el 90% del mercado. Lo que no ha podido lograr ha sido hacerse con Yahoo!.